Alumnos de la Licenciatura en Mercadotecnia de la Universidad Marista destacaron en el IX Expo Nacional Emprendedora, en la que ocuparon un segundo lugar.
Pero no es lo único que los tiene satisfechos, pues consideran que su máximo éxito es que el producto que presentaron gustó tanto que hubo personas interesadas en financiar el proyecto.
José Pablo Ramírez Cervantes, Karla Concepción Trejo Meneses, Ivette Guadalupe Soberanis León y Mary Tere Valdez Simá integraron el equipo.
Los alumnos cursan el décimo semestre de la carrera y para acudir al concurso tuvieron que sobresalir primero en su salón y después competir con los demás equipos de la Escuela de Administración, Turismo y Mercadotecnia.
Una vez elegidos para representar a la Marista, compitieron en la fase regional, en febrero pasado en Tuxpan, Veracruz, donde obtuvieron el pase a la final, que se celebró anteayer y el jueves en Boca del Río.
El director de la Escuela de Administración de la Marista, Antonio Salgado Borge, dice que el desempeño del equipo es motivo de orgullo para la institución, más porque es la primera ocasión que alumnos de Mercadotecnia participan en el certamen, en el que ocuparon el segundo lugar en la categoría de Alta Tecnología.
Los estudiantes presentaron el proyecto “Cubre Plus”, un tipo de cochera plegable. Al analizar qué propuesta desarrollar, los jóvenes identificaron la necesidad de cocheras techadas para resguardar el vehículo.
Crearon el producto con aluminio, tubos galvanizados y acero para la estructura, y “malla sombra” y lona para cubrir el vehículo. Estos materiales no permiten el paso de los rayos del Sol ni que penetre el agua. La malla la usaron para los laterales, a fin de que pase el aire y el vehículo no se caliente.
Consideran que es mejor que un toldo, pues cubre totalmente al vehículo y es plegable. Según afirman, la propuesta causó muy buena impresión a jueces y observadores, y recibió propuestas de financiamiento.
Una de las características de los proyectos inscritos en Alta Tecnología es que debían ser productos originales, cuya patente pudiera ser tramitada ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI).
Los alumnos ya iniciaron dicho trámite.
Admiten que una de sus mayores satisfacciones es darse cuenta que algo que comenzó como un proyecto escolar ahora es un proyecto empresarial, con una oportunidad real de éxito.
También, que les permitió poner en práctica lo que durante casi cinco años han aprendido en el aula, pues debieron elaborar un plan de negocios completo y plantear aspectos de competencia, producción y precio.
Su asesor fue el profesor Julio Quesada Arceo.— Iris Ceballos Alvarado