Un buzo que se adentró en el río Colorado, cerca de la frontera entre Arizona y California, Estados Unidos, se llevó tremendo susto al ver dos esqueletos con anteojos de sol sentados en sillas de jardín mientras merendaban a 12 metros de profundidad.
El hombre avisó a las autoridades, quienes iniciaron una investigación para comprobar si se podría tratar de cuerpos humanos reales. Sin embargo, una vez allí, descubrieron que eran falsos y que fueron colocados de manera estratégica para dar la impresión que estaban sentados juntos. Fue el buzo del Departamentos de Bomberos de esa localidad quien se encargó de grabar la escena con una cámara. “Creo que se trató más bien de una broma”, dijo.