¡Hola, Rebeca! Tengo una hija de año y medio que hace poco empezó a rechazarme: no quiere que le ayude a hacer cosas y a veces hasta me aleja como si estuviera enojada conmigo; pero en otros momentos me busca y cuando tiene mi atención se va, como si ya no quisiera jugar conmigo. ¿Es normal? Hilda.
¡Hola, Hilda! Ésa es una edad muy bella en los niños, ya que es cuando inician un proceso de separación de los padres, principalmente de la madre. Es la primera vez en su vida que buscan hacer cosas por sí mismos, con toda la intención pero al mismo tiempo con mucha inseguridad, que generalmente tratan de eliminar cuando se acercan a ti o a su papá. Una vez que cuentan con su aprobación continúan con su búsqueda de independencia.
Esta situación se ilustra de forma muy sencilla cuando empiezan a gatear y a dar sus primeros pasos: al principio les cuesta trabajo y lo intentan siempre que se sientan seguros o de la mano tuya o de su papá. Una vez que dominan la situación empiezan a alejarse porque ya se sienten confiados y surge un juego de ir y venir: se aleja de ti y después se acerca, incluso hay niños que se acercan y una vez que captan la atención se alejan. Esta situación puede deberse a dos razones: intenta que vayas tras ella o busca corroborar que se puede alejar de ti y cuando regrese tú estarás ahí para ella.
En el primer caso es muy sencillo identificar si busca jugar contigo, ya que si vas tras ella se emocionará y correrá hacia el otro lado, en una actitud lúdica. Si no reacciona de esta manera, lo más probable es que esté corroborando tu presencia. Tu hija desde muy pequeña ha estado viviendo tus pequeñas ausencias de diferentes maneras: cuando estás en otra habitación, cuando vas a trabajar o si la dejas con tu mamá o en la guardería, por ejemplo. Dichas ausencias pueden ser percibidas como una especie de abandono (lo que obviamente no es tu idea, pero es una situación que se presenta en las fantasías de los niños de esta edad), lo que le genera diferentes niveles de ansiedad. Con esta nueva forma de alejarse de ti y comprobar que cuando regrese tú estarás ahí desea quitar las fantasías de abandono y dar lugar a una constancia inconsciente: la certeza de que puede no verte pero que en todo momento estarás para ella.
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