El café es una de las bebidas de mayor consumo en el mundo y su relación con la salud ha sido muy controvertida. No obstante, la investigación científica ha movido positivamente la posición del café por el efecto de su muy compleja fitoquímica, es decir, por su compleja mezcla de sustancias bioactivas con propiedades antioxidantes como la cafeína, el ácido cafeico, los ácidos clorogénicos, el cafestol, el kaweol y por la presencia de otros compuestos químicos como la niacina (vitamina B3) y su precursor la trigonelina.
También se sabe que el café es rico en magnesio y potasio y que sus efectos positivos no son atribuibles solamente a la cafeína, indica la doctora Ruth Pedroza, de Ingeniería de Alimentos de la Universidad Iberoamericana.
En un comunicado se indica que el beneficio de consumir café está relacionado con la prevención del riesgo de padecer enfermedades crónicas, entre las que se encuentran las cardiovasculares (ECV) que se constituyen como principal causa de muerte en el mundo.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, se estima que en el año 2030 morirán alrededor de 23.3 millones de personas por esta causa, sobresaliendo las cardiopatías y el accidente vascular cerebral (AVC). Muchas de las ECV podrían prevenirse con estilos de vida saludables donde se incluya la actividad física, y como factores de riesgo se han identificado: dietas inadecuadas, obesidad, sedentarismo, hipertensión, hipercolesterolemia y diabetes.
Un estudio en Suecia y Finlandia encontró que el consumo de cuatro tazas de café al día tenían una fuerte asociación inversa con las fallas cardiacas.