Ser padres
Maestra en Psicología Rebeca Vences Solís
¡Hola, Rebeca! Mi hija es una jovencita de 15 años y desde hace algún tiempo mi esposa y yo hemos tenido desacuerdos sobre cuándo otorgarle permisos y cuándo tenemos que limitarla. Óscar.
¡Hola, Óscar! Cuando los hijos llegan a la adolescencia es complicado tener la misma comunicación con la pareja y la familia, principalmente porque los cambios que tiene tu hija de alguna forma obligan al resto de la familia a hacer ajustes importantes en aspectos que antes eran manejables de forma sencilla.
Cuando se trata de poner límites, la mayoría de los padres dudan en si está bien lo que han decidido o si están siendo muy complacientes o muy estrictos, sobre todo cuando se trata de una hija, ya que a los papás se les dificulta establecer límites claros con ellas porque tienen una debilidad muy grande: ellas son más cariñosas, los hacen sentir que son el mejor papá del mundo y, al mismo tiempo, les piden cosas de una forma tan especial que sienten que no pueden negarse, situación que se presenta de forma muy distinta cuando se trata de un hijo varón. Lo anterior en ocasiones genera discusiones con la pareja, debido a que ella tiene una perspectiva diferente y es probable que identifique los momentos en que tu hija recurre a tu debilidad para salirse con la suya.
Corazón roto
Por otro lado, si las decisiones las estás tomando con el celo normal de papá por el que te gustaría que ningún chico le rompiera el corazón a tu hija tal vez tu esposa intenta que te des cuenta de esto, lo cual es muy difícil debido a que es una realidad que tu hija está creciendo, tiene intereses distintos, conoce a otras personas y eso te duele, puede que hasta te sientas desplazado y ello impida que identifiques lo que sientes y lo que ella quiere.
Lo mejor sería que tú y tu esposa buscaran un momento a solas en el que estén tranquilos y comenten los puntos de vista que tienen sobre lo que han observado en su hija, situaciones específicas, buscando en todo momento que los desacuerdos no se traigan de nuevo, sino que ambos sean receptivos a la opinión del otro. En esa plática, lo que más los motivará es el amor que sienten por su hija y el que tienen entre ustedes. Una vez que identifiquen y pongan en su justa dimensión la opinión propia y del otro podrán saber en qué momento han sido justos o injustos con su hija y entre ambos llegarán a un acuerdo del agrado de todos.
Una vez que sepan cuál es la preocupación principal del otro les será más sencillo tomar decisiones y su hija tendrá una idea de mayor armonía, que disfrutará al igual que ustedes.
Si tienes alguna duda sobre ser papá o mamá escríbeme a contacto@rebecavences. com. Si requieres apoyo para tratar algún problema personal o familiar pide una cita al teléfono 317-59-17.