
Catorce jóvenes están listos para poner su granito de arena y cambiar al mundo. Son los alumnos que obtuvieron las calificaciones más altas de las licenciaturas y maestrías de la Universidad Marista de Mérida. Y son conscientes de lo que eso implica para ellos.
“Salimos con una mentalidad diferente; no nos mueve sólo el ganar dinero”, asegura Montserrat Baqueiro Cuevas, de la Escuela de Derecho (con promedio de 97.23).
“Queremos hacer justicia, y propiciar que las cosas funcionen. La retribución económica está a un lado, no es nuestra prioridad”, expresó.
Sus compañeros coinciden con Montserrat. Todos, los catorce afirman que el lema de la Marista, “Ser para servir”, es una guía de vida, un faro a puerto seguro.
“Como profesionales”, especifica Gerardo José Canto Achach, de la carrera en Ingeniería Civil (95.92), “tenemos que buscar el bienestar de la sociedad. Servir para que mejore el país”.
Ivet Concepción Goyri Ceballos, de la licenciatura en Administración Turística (92.82), hace especial énfasis en el lema universitario marista, ya que, al ser la suya un área de servicios, tiene la oportunidad de aplicarlo todos los días, todo el día. Y aconseja: “Que el cliente, que el huésped siempre sean prioridad en nuestro trabajo”.
Y en eso, muchos de ellos ya obtuvieron la experiencia. Por ejemplo, Rossana Elizabeth Díaz Tun, de Psicología (97.40), fue una de las pioneras en participar en el programa de tutores de menores en conflicto con la ley.
Por medio de esta iniciativa, alumnos y maestros de la acompañan y dan apoyo psicológico a niños y jóvenes con dificultades legales.
Ahora, ya no como estudiante sino como profesional, Rossana Elizabeth Díaz considera que su mayor reto es concentrarse en “Ser para servir”; en convertir el ejercicio de su profesión en una vocación de vida.
Sonia Nacira Montañez Rufino, de Ingeniería Industrial y de Sistemas (95.50), Margie Anel Ojeda Madera, de la licenciatura en Mercadotecnia (93.74), y Julia Josefina Ontiveros Ancona, de Contaduría (97.17), tienen claro que no importa el área; que su función en la sociedad es brindar sus conocimientos para transformarla.
Retos
La reforma educativa, el deterioro del medio ambiente, la falta de cultura de ahorro y los problemas de nutrición son algunos de los principales retos a los que se enfrenta esta naciente generación de profesionales.No hay cultura del ahorro; “no conocemos las oportunidades que tenemos para invertir”, diagnostica Cristina Violeta Parra Herrera, de la maestría en Dirección Financiera (97.19).Y ahí también hace falta educación. La recién graduada maestra, promete, hará todo lo posible para dar a conocer los beneficios de planificar el patrimonio.”Los mexicanos tenemos serios problemas alimenticios”, recuerda Germaine Castañeda Zetina, de la licenciatura en Nutrición (91.63). El país, refuerza, se debate entre la desnutrición y la obesidad. ¿Y cómo afrontar este mal? Uno auno. Buscando que nuestros pacientes tengan una vida saludable, una dieta sana”.Cristina Franco Alsina y Carlos Alberto Quintal Lugo se están despidiendo de la Escuela de Arquitectura (95.45 y 94.46, respectivamente). Coinciden en que vienen años interesantes para su profesión, en los que serán necesarios la originalidad y la creatividad.”No podemos seguir haciendo lo mismo”, sentencia ella. “Tenemos que pensar no sólo en el proyecto, en la construcción, sino en las personas que lo utilizarán”.”Hay que ser genuinos, auténticos”, remata él.EmprendedoresLos recién egresados están conscientes de estos grandes retos a los que se enfrentarán en su vida laboral. Sin embargo, además de los conocimientos académicos, todos ya cuentan con experiencia laboral.De este grupo, hay una trabajando en el Parque Científico Tecnológico de Yucatán, otra en la empresa Ilurgia. También, hay uno en el despacho de arquitectos Lavalle Peniche y otra haciendo estudios para la Secretaría de Seguridad Pública.No faltan los pequeños empresarios. Uno de los egresados tiene una carpintería y una empresa de mensajería, y otro tiene importantes proyectos para impulsar al “Hich”, una funda de hamacas con la que él y sus compañeros obtuvieron un primer lugar nacional en una feria de emprendedores.”Quiero que cada hamaca que se exporte tenga un ‘hich’”, es la meta que se traza Gabriel Caracashian Díaz, de la licenciatura en Administración (95.20).”La gente hoy día está en una zona de confort”, considera G abriel Caracashian, “no toma riesgos. Y es necesario hacerlo. La carrera te da las herramientas necesarias; lo que hace falta son las ganas”.Y él y este grupo las tienen. Ganas de cambiar al mundo, comenzando con las personas a las que servirán como profesionales.
Otros vistazos
Ante la vida
Alicia Esther Rodríguez Marín, de la maestría en Psicología Educativa (96.50), considera indispensable crear en niños y jóvenes competencias, habilidades y aptitudes para afrontar la vida.
El medio ambiente
De la licenciatura en Administración de Recursos Naturales, Alejandrina Bazán Godoy (90.56), desde su trinchera, en el Museo de Ciencias del Cráter de Chicxulub, se preocupa porque la sociedad tome consciencia de la actual situación medioambiental que vive nuestro planeta.