Autor: Gaby Vargas
escritora
“¿Viste el meme?”, es la pregunta de moda. El ingenio ácido del mexicano se expresa a través de ellos en las redes sociales. Los memes se difunden en forma de imágenes, vídeos o textos de manera viral. Basta ver las imágenes de Ochoa, arquero de la selección mexicana de fútbol, como santo y presidente, o bien, las caras del ya famoso “Piojo” Herrera y sus muy entusiastas y enardecidas formas de celebrar, que han dado vuelta al mundo.
Ese sentido del humor que tenemos nos revitaliza como país, sin contar con las fiestas que hacemos y la euforia que sentimos por ciertas cosas cuando queremos o nos importan. Qué gozo es para todos ver ganar a nuestro equipo de fútbol; así como a los aficionados mexicanos en los estadios de Brasil, vestidos de charros montados sobre caballos de peluche o a las aficionadas ataviadas y maquilladas como Frida Kahlo.
Pero ¿qué son los memes en realidad, de dónde surge el término y quién lo inventó? Para conocer más del origen de esta euforia, comparto contigo, algunas nociones.
¿Qué es un meme?
Para empezar, el ser humano está hecho de información tanto genética como memética. Un gen es una unidad de información fisiológica con elementos para expresarse y transmitirse a una descendencia. Un meme es otro tipo de unidad que contiene información como ideas, conceptos, cultura, tradiciones, memorias o costumbres, misma que también se duplica, se pasa de un cerebro a otro, aunque no siempre de manera consciente o genética, como sucede con un virus.
La palabra meme viene del griego mimesis, que significa imitación. La creó el zoólogo Richard Dawkins, quien la expuso por primera vez de manera clara en su libro El gen egoísta, en 1993.
Un ejemplo de la teoría mimética o del meme es el que surgió después del 11 de septiembre de 2001, cuando ser musulmán se volvió equivalente a ser terrorista. Con ese meme, el mundo se transformó. Aunque el supuesto sea falso y no conozcamos a ningún musulmán, ver a un hombre que lo parezca subido en el mismo avión que nosotros nos produce sospechas. Dicha idea nos influye aunque no surja ni del pensar ni del sentir, sino de una identificación memética.
Si bien fueron siete los musulmanes terroristas, hay millones en el mundo que no lo son. Pero a raíz de los atentados se trastocaron las relaciones humanas con base en el meme de que los musulmanes son terroristas; como consecuencia se cambiaron medidas políticas y de seguridad en el mundo entero, aunque genéticamente, sin importar la religión, los humanos sigamos siendo los mismos.
El filósofo Daniel Dennett advierte en su plática de TED sobre los memes infecciosos: hay memes simpáticos e inofensivos, los hay también peligrosos que secuestran nuestra mente, como el del ejemplo.
Hacer conciencia
En ese sentido habría que hacer conciencia de que como país tenemos memes nocivos: el incremento del bullying o actitudes que se ven reflejadas en frases que forman parte del imaginario popular, tales como: “Al amigo el favor y la ley, y al enemigo la ley a secas”, atribuida a Porfirio Díaz; “Todos somos un poco ladrones” que expresara Álvaro Obregón; “Un político pobre es un pobre político”, de Hank González; “Sí es mi voz, pero no soy yo” de Mario Marín; ¿Y yo por qué? De Vicente Fox; “El que no transa, no avanza”,etc.
Pero también los hay positivos. Ojalá estas señales de triunfo como las celebraciones y el orgullo del” Piojo” Herrera, lleguen a ser unos verdaderos memes para nuestro inconsciente colectivo. ¡Qué bien nos caerían!