Como comentamos la semana pasada, para lograr que una reunión sea todo un éxito los temas más apropiados para nuestras conversaciones serán siempre sobre asuntos agradables abordados con amabilidad. Evitemos entonces en lo posible hablar de los siguientes temas u otro tema de controversia en cualquier tipo de reunión o lugar.
Estos temas son en muchas ocasiones motivo de fuertes, acaloradas e interminables discusiones y/o debates. En muchas ocasiones nos podremos encontrar con personas realmente conocedoras del tema en cuestión, pero en otras sólo podremos encontrar personas que participan en esta clase de conversaciones, o más bien discusiones o debates, por ver quién tiene la razón, son personas que generalmente no aceptan que pueden estar equivocadas y menos hacerlo frente a los demás.
-Problemas personales o familiares. Estos temas no son de incumbencia o interés para los otros invitados. Hagamos lo posible por dejarlos en nuestra casa y no llevarlos a ninguna parte, menos a las oficinas o eventos sociales.
-Eventos negativos o dramáticos. El hablar de eventos como enfermedades, asesinatos, asaltos u otros temas similares sólo provocará entre los asistentes sensaciones incómodas como incertidumbre, temor, preocupación, angustia, impotencia. Si nuestro deseo principal es pasar una agradable velada o reunión procuremos mejor hablar de temas que produzcan alegría.
-Chismes o comentarios desagradables. Es igualmente insoportable escuchar hablar sobre chismes, dimes y diretes o comentarios negativos sobre alguien, sea conocido o desconocido. Las personas que suelen hacer esto gustan del morbo o son mal intencionadas. Evitémoslas entonces; quizás algún día harán lo mismo con alguno de nosotros.
-Sexo. Este tema constituye una clara falta de respeto a todos los presentes, sin importar si son hombres o mujeres. Desafortunadamente es hoy en día cada vez más común en las reuniones. Podemos encontrar a hombres o mujeres de cualquier edad, nivel social, cultural o económico a quienes les agrada conversar sobre esta clase de temas. Sin importar la forma cómo lo hagan ni cuál sea su motivo, siempre será un acto inapropiado.¿Qué podemos hacer cuando alguien inicia cualquiera de estos temas? Lo más conveniente será tratar de desviarlos, sugiriendo con sutileza y cortesía otro tipo de conversación más agradable y amena para todos.
Cuando una persona insiste frecuentemente en incluir cualquiera de estos temas es fácilmente reconocida por los invitados, provocando después de un tiempo que todos la eviten o dejen de considerarla como invitada a fiestas y reuniones.
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(*) Escritora