El éxito de un negocio depende en gran parte de la capacitación de su personal y de los conocimientos de etiqueta que tengan.
Cuando uno viaja por tierra, mar o aire el personal de la empresa muchas veces no colabora con la persona afectada ante una adversidad y no porque no lo desee, sino por falta de capacitación.
Imagínense un vuelo Madrid-Cancún: once horas de viaje, aterriza ocho veinte de la noche… yo tenía que tomar la camioneta Van de la empresa ADO que sale del aeropuerto directo a Mérida a las nueve con el boleto pagado.
Llegué al lugar donde tenía que tomar la Van a las nueve y cinco, corriendo con la maleta y la persona que vende los billetes me dijo que iba completo. Primero, no respetaron mi asiento comprado mes y medio antes y segundo, no esperaron los cinco minutos de cortesía que normalmente se tiene en un caso así, y después, no quiero ni contarles todo lo que pasé. ¡Al final lo único que quería era llegar! Y todo por falta de preparación del personal de la empresa en cuestión y, como siempre, por permitir “sobreventa de asientos”.
Ahora que los negocios son cada vez más internacionales, las empresas deberían capacitar con más razón a su personal, pues una palabra o un gesto que en nuestro país o lugar de origen no representan nada en otro lugar puede considerarse una grosería y puede estropear la negociación.
Hay que cuidar la imagen de la empresa, no sólo en lo que corresponde a la parte comercial y económica, sino también a los modales, la forma de vestir y, en general, la actitud y la buena educación de su personal que tiene relación directa con el público.
Los expertos en protocolo estamos convencidos de que en ocasiones un buen detalle a tiempo a las personas lleva a las empresas a tener una buena reputación, ganándose el respeto de sus usuarios.
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*) Experta en protocolo y etiqueta, y artista plástica. Correo: pvarases@yahoo.