Hace cinco años, el cirujano dentista Guillermo Rivero Pérez conoció a una canadiense que patrocinó la apertura de su consultorio dental con la condición de dar ayuda como él la recibió.
Por distintas razones, Rivero Pérez no pudo saldar su parte al instante sino tres años después, cuando el Grupo Estético Dental (GED) estaba plenamente establecido. En una plática con su pareja Libertad Flores Echeverría y su hijo Guillermo Rivero Flores surgió la idea de repartir juguetes a niños de escasos recursos económicos.
Esta Navidad es la tercera en que los tres visitan comunidades para repartir juguetes y ropa a niños, que en algunos casos no reciben ningún presente en Navidad.
Guillermo Rivero recuerda que en 2011 y 2012 visitaron la colonia Plan de Ayala y un fraccionamiento de la periferia de Mérida, donde la mayoría de las casas no tenía energía eléctrica.
Pensaban hacer esta vez el mismo recorrido, pero tras leer en el Diario una nota de la comunidad de Petac, en el sur de Mérida, les pareció indicado visitar ese lugar el 25 de diciembre, después de disfrutar el recalentado navideño. A la actividad de este año le llamaron “JuGEDtón” y en ella también incluyeron a San José Tzal.
La familia Rivero Flores cargó la camioneta con juguetes y emprendió el recorrido sin otro propósito que llevar alegría a los niños, asegura.
“Nos sorprendió encontrar una comunidad donde no ves actividad”, recuerda el cirujano dentista. Las mujeres salieron de sus casas al ver la camioneta y los miraron con cierto recelo hasta que los visitantes preguntaron dónde estaban los niños, pues habían llevado regalos.
Un pequeño en bicicleta, al que encontraron en la calle, se encargó de avisar a los demás que estaban repartiendo regalos y en cuestión de minutos los tres visitantes estaban rodeados de menores en espera de recibir algún juguete. Guillermo Rivero recuerda los ojos de los niños. “Son imágenes que se te quedan muy grabadas… se siente bien cuando ves que están felices”, afirma.- Jorge Iván Canul Ek
Recorrido | Impresiones
“La primera vez que hicimos esta actividad mi novia lloró de felicidad”, dice Rivero.
Cadena de favores
“Los niños te abrazan y las mamás te agradecen, y nosotros lo único que les decimos es que cuando ellos tengan la oportunidad de ayudar a alguien también lo hagan”, añade.
Enseñanza
Esta actividad, afirma, le sirve para enseñarle a su hijo la importancia de ayudar. “Hay cosas que uno no entiende. Si te va bien, muchas veces es por oportunidades que la vida te da por tus buenas obras, quiero mostrarle a mi hijo que no es válido crecer con materialismo sino ayudando a necesitados”, señala, y añade que planea seguir esta labor en las siguientes navidades.