Con un ritmo tropical y caribeño, Rubén Albarrán puso cierre a La Noche Blanca acompañado de la orquesta Caribe All Stars.
Fue poco después de la medianoche que los músicos cubanos aparecieron en el escenario y tras de ellos lo hizo Rubén, ataviado con pantalón y saco blancos.
“Una mañana” fue el tema que sirvió para iniciar el concierto, de más de dos horas de duración, frente al Palacio Municipal.
Rubén demostró que no necesitaba su faceta de roquero para convencer al público, pues los asistentes ocupaban todo el tramo de la 62 entre 61 y 63 y llegaban casi hasta el teatro Armando Manzanero, además de que no dejaron de corear y bailar con las canciones.
“Escuché a estos músicos en Mérida y me aventé un palomazo con ellos”, contó Rubén acerca de cómo surgió la idea de unirse con la Caribe All Stars.
“Cómo fue”, “El sofá”, “Dos gardenias” y “Danzón” siguieron en el repertorio mientras se veía a personas de todas las edades, desde niños hasta adultos mayores, bailar en las primeras filas bajo el escenario.
Dos bailarines se unieron al concierto para mostrar sus mejores pasos en las canciones más movidas.
“El tema que sigue estoy seguro que lo van a cantar más que los anteriores”, dijo Rubén para presentar “Aunque no sea conmigo”. En realidad, el músico se equivocó pues el tema más coreado vino después: “El puñal y el corazón”, con el que los aplausos aumentaron.
Los asistentes ya sabían que no era un concierto en el que escucharían canciones de Café Tacvba, banda liderada por Rubén; sin embargo, no perdían la esperanza y pedían a gritos varías canciones del grupo.
En el tema “Quizás” Albarrán se hizo acompañar por la cantante Alina, quien lo animó a mover las caderas al ritmo de la música.
Ya eran las dos de la mañana y el sabor cubano de los músicos había contagiado por completo al público, que no dejaba de bailar.
El show continuó con “Contigo” y “Bómboro quiña quiña”, tema original de la Sonora Santanera y del que recientemente se estrenó una versión en conjunto con Rubén Albarrán.
Llegó el turno de presentar a cada uno de los músicos de Caribe All Stars, que demostraron su talento al improvisar con los solos, mientras Rubén y Alina bailaban al frente del escenario.
Con la despedida cerca, Rubén agradeció a los organizadores por realizar esta clase de eventos. “La Noche Blanca es un evento muy importante para la sociedad, ha sido un placer compartir la música con todos ustedes en esta grandiosa noche, gente bonita de Mérida. Sigan disfrutando de su ciudad con la paz, tranquilidad y armonía en compañía de su familia; sigan disfrutando de la música, el arte y la oferta gastronómica. Muchas felicidades, estas cosas se deben de seguir haciendo”, fue el mensaje de Rubén.
“Guantanamera”
Ante los gritos de “¡Otra, otra!”, los músicos tocaron “Guantanamera”, en la que se dieron tiempo de improvisar y cantar por los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, la naturaleza y los animales.
Rubén volvió a despedirse, pero los gritos de “¡Ingrata, ingrata”” no dejaban de escucharse. “Hoy no habrá ‘Ingrata’ porque es una noche muy grata para mí y todos ustedes”, advirtió el músico, aunque en una demostración de sencillez decidió complacer a sus seguidores al cantar a capela el popular tema de Café Tacvba, con lo que dio un gran cierre a La Noche Blanca cuando ya eran más de las tres de la mañana de ayer.— Gloria Montero Leal
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