Cuando te preguntan cuál es tu comida favorita, ¿qué respondes? Todos, o casi todos, tienen un platillo favorito que pueden comer infinitas veces sin cansarse. Los políticos de todo el orbe no son la excepción, ellos también tienen uno.
Con motivo de las elecciones intermedias de este domingo, y a que la política es uno de los temas más comunes de conversación en la mesa en estos días, les mostramos los platillos que vuelven locos a algunos de los líderes del mundo.
Vladimir Putin | Rusia. Al polémico mandatario le gustan los platillos típicos, como los “kaliki”, es decir, pasteles de masa de centeno de Kalekia; las empanadas de Osetia y los dulces locales. Para beber, Putin prefiere tomar cerveza y vino.
Barack Obama | EE.UU. Le gusta la comida rápida y la cerveza. Es más, siente tanto amor por la cerveza que instaló una pequeña fábrica en la Casa Blanca. Además, le gustan las malteadas.
Angela Merkel | Alemania. La mujer más poderosa del mundo ama comer y cocinar; le encanta la carne asada, el queso y las uvas, pero su platillo favorito se mantiene en secreto y solamente su chef lo conoce.
Enrique Peña | México. Nuestro presidente tiene afición por el bacalao navideño, le gustan los pambazos del Estado de México y para el postre se inclina por el helado de mamey y el beso de ángel.
Kim Jong-Un | Corea del Norte. El líder asiático es aficionado a la aleta de tiburón preparada de varias formas. Le gusta el queso emmental y la comida china.