José Carlos Palacios Sommelier
Hoy es viernes de vino. En este artículo vamos a responder a varios correos que tienen casi todos la misma tónica: qué hacer con los retenes y cómo salir airoso de la prueba del alcoholímetro.
Si les parece, hablemos primero del consumo responsable que cada uno de nosotros debe cumplir, porque hay muchos casos (créanme, los hay) en que los amigos aconsejan hacer miles de trucos caseros absurdos para pasar el retén policial, he escuchado los disparates más alocados en mi vida como profesional, desde mascar mucho chicle de menta hasta beber unas cucharadas de aceite de cocina para que se haga una película en el estómago y el alcohol no vaya a la sangre, y no se diga de esas famosas píldoras que venden en las tiendas de conveniencia que se llaman “stop alcohol” o algo por el estilo y llevan la leyenda: “Para zafar de los retenes”.
Lo que esta disparatada gente no sabe es que el alcohol tiene una ruta a seguir y si no tomamos las precauciones necesarias pasaremos una mala noche y al otro día estaremos muy sensibles, con una alta cantidad de alcohol en nuestra sangre, lo que comúnmente llamamos cruda. Esta cruda no es nada más y nada menos que producto de la acumulación de alcohol en nuestro sistema nervioso sin metabolizar como se debe.
Otra disparatada receta que tiene la gente es comer algo grasoso para bajarle a la cruda… ¡mucho peor!
Bueno, vamos por partes. La mejor manera de evitar que el alcohol quede sin metabolizar en la sangre y nuestro sistema nervioso central es beber con moderación; si intercalamos una copa llena de agua con cada copa de vino la mezcla nos dará ganas de ir al baño y por la orina eliminaremos gran parte del alcohol. Sólo estamos hablando del vino y la cerveza, porque si la bebida es tequila, ron, gin, whisky o vodka la cantidad de agua deberá ser del triple, ya que aquéllas tienen más alcohol.
Y llega esa parte de la negación de algunos detractores que dicen: “Yo lo tomo con hielo para no sentir el alcohol”. Están en lo correcto, pero en realidad el frío sólo disfraza el licor porque el efecto es el mismo.
Algo similar ocurre con los que dicen: “Yo lo tomo tipo campechano (bebida de cola y agua gasificada a partes iguales) con la bebida porque me marea menos”; lo cierto es que la cantidad de alcohol mezclada con el azúcar hace que se potencie el alcohol y el efecto llegue más rápido.
Hasta aquí la dejamos. Sean responsables, amen su vida y la de los demás, de modo que si van a beber que sea con responsabilidad. Hasta la próxima semana.
La mejor manera de evitar que el alcohol quede sin metabolizar en nuestro sistema nervioso central es beber con moderación