OVIEDO (EFE).— Dos bioquímicas, la francesa Emmanuelle Charpentier y la estadounidense Jennifer Doudna, resultaron ayer ganadoras del Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2015 por desarrollar una tecnología que permite editar genomas de manera sencilla y precisa, y manipular el ADN de plantas, animales y humanos.
Emmanuelle, de 47 años, y Jennifer, de 51, son pioneras en aplicar la técnica Crispr-Cas9, que actúa como una tijera molecular para cortar y sustituir con gran precisión letras de ADN.
La tecnología, a la que se considera uno de los hallazgos biotecnológicos más importantes del siglo, supone un avance en terapias genéticas y tratamientos médicos, y ya se ha aplicado para alterar células cancerosas a fin de hacerlas más sensibles a la quimioterapia, cortar el VIH o crear trigo resistente a enfermedades.
La candidatura de las investigadoras fue propuesta por el presidente del Comité Científico para la Investigación en la Antártida (SCAR), Jerónimo López Martínez, y se impuso con claridad a las 38 postulaciones restantes y salió adelante por unanimidad del jurado del premio.
El galardón, dotado con 50,000 euros, se entregará con otros siete en octubre.