¡Hola, Rebeca! Tengo una duda: ¿es lo mismo si yo voy a terapia que si llevo a mi hija adolescente? Natalia.
¡Hola, Natalia! Hay una gran diferencia entre tu hija y tú: piensan, sienten, hablan y conviven de manera diferente, por lo que la perspectiva que cada una tiene de las experiencias diarias también debe tener variaciones, sobre todo debido a la etapa del desarrollo en la cual se encuentra ella: una de muchos cambios que pueden llevar a crisis personales o familiares.
Cuando los hijos son adolescentes los padres reviven su propia adolescencia y si en su momento existieron conflictos que no fueron superados en su totalidad o no se resolvieron de la mejor manera es muy probable que existan complicaciones más grandes con los hijos, debido a que consideran que la forma en que hicieron frente a sus problemas es mejor que la utilizada por sus hijos. Es decir, se comparan con ellos sin tomar en cuenta que las circunstancias son diferentes y la educación que recibieron es diferente de la que le dan a sus hijos.
Otra situación es que los padres quieren ser amigos de sus hijos y esto no es posible, la amistad es una relación que se da entre iguales, entre personas que comparten características e intereses, lo cual evidentemente es incompatible entre padres e hijos. Es muy complicado que una mamá le cuente sus secretos a su hija de la misma manera en que lo comentaría con una amiga; no obstante, esta diferencia es importante porque tu hija debe saber que cuenta contigo, con tu apoyo y, debido a tu experiencia, le puedes dar una perspectiva diferente de lo que ella está viviendo, a diferencia de lo que siente con una amiga, a la que le cuenta todo pero sabe que está en su misma condición: insegura, inexperta y con muchas dudas.
Si tienes dudas sobre quién debería acudir a terapia sería conveniente que fueras a algunas sesiones que te permitieran identificar el origen de tu duda, tal vez tengas asuntos pendientes por resolver y si no es así sabrás la forma en que podrás sugerirle iniciar su propio análisis. Ambas situaciones evidenciarán un cambio en ti, que será percibido por tu hija y las dos podrán tener un acercamiento, lograrás ver su actitud desde su propia perspectiva sin intentar imponerle la tuya, lo que permitirá que seas empática con ella y la escuches antes de juzgarla o sientas que todo lo que hace es en contra tuya.
Les deseo a todos mis lectores que hayan pasado un feliz Día de las Madres.
Si tienes alguna duda sobre el ser papá o mamá escríbeme a contacto@rebecavences.com. Si requieres apoyo para tratar algún problema personal o familiar, pide una cita al 317-59-17.