La vida es un regalo maravilloso e invaluable y al comprenderlo agradecemos profundamente a todas esas mujeres que fueron copartícipes en otorgarnos el obsequio más maravilloso que es la vida.
Rindo un homenaje cariñoso a todas las madres. Especialmente a las madres solteras, que con mucho sacrificio y desvelos se esmeran para que no les falte nada a sus hijos.
A las que por circunstancias de la vida les falleció un hijo o hija, a ellas mi más sentido pésame y mis oraciones. También a las que realizan una doble actividad, las que laboran y también educan a sus pequeños.
Pero sobre todo a las mujeres que tienen muchas dudas porque llevan en su vientre a un bebé de dos o tres meses de engendrado y tienen un futuro incierto, a ellas las encomiendo en mis oraciones a la madre María de Guadalupe, que dijo sí, para que naciera Jesucristo, a ellas les aconsejo que digan un Sí desde lo más profundo de su corazón, para que acepten el nacimiento del bebé.
A las mamás enfermas o que están en un hospital. También a las que están pasando por muchos problemas y dificultades. A las que dedican el 100% al cuidado, educación integral y comprensión de sus hijos.
A las que hoy son abuelitas que cuidan y aman a sus nietos. A las madres que hoy no están con nosotros, por todas ellas elevo una oración a Dios por su alma.
Pero especialmente a la madre que estuvo al pie de la cruz y Jesucristo les dijo: Ahí tienes a tu hijo y a cada uno de nosotros nos dijo, ahí tienes a mi mamá María, acéptala como tu madre.
A todas las mamás del mundo, muchas gracias por su maternidad, por sus sacrificios, preocupaciones, desvelos y sobre todo por darnos la vida.
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(*) Abogado, asesor jurídico. Correo electrónico hjpvdirector@hotmail.com
