VARSOVIA (EFE).— Una ceremonia en el monumento de Westerplatte, en Gdansk, el mismo lugar donde en 1939 comenzaron los combates de la II Guerra Mundial, sirvió ayer para cerrar los actos conmemorativos del 70o. aniversario del fin del conflicto organizados por Polonia.
El jefe de Estado, Bronislaw Komorowski, fue el anfitrión de la ceremonia, a la que asistieron el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. Junto a ellos estuvieron los presidentes de Bulgaria, Croacia, Chipre, República Checa, Estonia, Lituania, Rumania y Ucrania, además de representantes de otros países europeos y aliados de la OTAN.
El acto, que se cerró con una interpretación del himno europeo, incluyó una intervención de Komorowski, quien dijo que Rusia ha cambiado las fronteras de Europa “y eso no se practica desde 1939”. “Estas prácticas y actitudes anacrónicas no pueden ser consentidas”.
Los funcionarios encendieron velas frente al Monumento a los Trabajadores Caídos en Gdansk por su oposición al régimen comunista polaco, ya que en esa ciudad nació el Movimiento Solidaridad y se dieron los primeros pasos para el fin del comunismo en Europa.
Los actos organizados por Polonia centraron la conmemoración internacional del fin de la guerra, aunque el aniversario también se recordará en otros lugares. Entre ellos está Moscú, donde cada 9 de mayo se realiza un desfile militar, en el que esta vez no estarán representados varios países occidentales.