Hoy es el gran día de los niños, quienes, como diría el humorista español Miguel Gila, son “esos locos bajitos”. Dicho sea de paso, esta frase inspiró a Joan Manuel Serrat a componer una canción.
Pues bien, estos “locos bajitos” dentro de algunos años serán médicos, empresarios, políticos y por ello sería aconsejable que desde pequeños aprendieran ciertas normas de etiqueta y buenos modales. A los cuatro añitos podemos enseñarles a que se sienten correctamente en la mesa, apoyando la espalda al respaldo de la silla y que ellos mismos coloquen el cuchillo y la cuchara a la derecha de su plato y a la izquierda, el tenedor. Esto es algo muy sencillo que con la práctica lo harán sin darse cuenta.
Igualmente, cuando utilicen el baño que lo dejen como lo encontraron: todo ordenado, nada de ropa tirada en el suelo y la toalla mojada; ésta se colgará en su sitio y la ropa sucia se pondrá en el cubo de la ropa que se va a lavar. Los niños cuyos padres les han permitido de todo, que han vivido sin normas, son niños que no saben resolver sus problemas y serán personitas dependientes.
Cuando una persona hiperprotege a su hijo le está diciendo: “No confío en ti, así que voy a resolver todas las cosas que a mí me parece que pueden ser negativas para ti”. Actuar así no es bueno para el niño.
Al contrario, hay que animarlo a que haga el esfuerzo de hacer las cosas por sí mismo, dejar que el niño se caiga, preguntarle: “¿Te hiciste daño? Ven para que te cure. Sigue adelante, no fue nada, sólo un rasguño”.
La mejor escuela de la vida es el ejemplo de los papás, ellos son los que ayudan a que sus hijos tengan educación y buenos modales para que conserven la ternura y pureza de alma.
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*) Diplomada en protocolo y organización de eventos; artista plástica.