
El cementerio de Xoclán recibió ayer por la mañana a cientos de familias que se albergaron en sus instalaciones durante varias horas para visitar las tumbas de sus seres queridos y escuchar la misa que ofició el arzobispo de Yucatán, Emilio Carlos Berlie Belaunzarán.
A las diez de la mañana los visitantes esperaban pacientemente las palabras del Arzobispo, muchos de ellos con sus ramos de flores en las manos y otros con veladoras para que fueran bendecidos y llevados a las tumbas de sus seres queridos en este día.
La vida eterna
El ambiente, pese a las fechas, fue tranquilo y de emotividad para algunos.
Durante la homilía el Arzobispo destacó la búsqueda de la vida eterna por parte de los católicos, la inmortalidad del espíritu que es “comunión con Dios” y la importancia de saber el Salmo 26, “El Señor es mi luz y mi salvación”.
Los feligreses siguieron llegando a pesar de haber empezado la misa y algunos hasta preparados porque llevaban sus sillas sabiendo que no alcanzarían lugar.
Al término de la ceremonia eucarística, que duró una hora y media, los visitantes fueron a las tumbas de sus familiares y seres queridos para permanecer ahí durante un rato.
Fue un día de recuerdos, de nostalgias… pero a la vez de alegría, con tumbas recién pintadas, limpias y llenas de flores de colores, con un aroma en el ambiente que llenó cada rincón del lugar desde temprana hora.- Mayra Moreno Pinedo