¡Hola, Rebeca! Mi esposa y yo hemos tenido problemas muy serios desde hace algunos meses y mis hijos de 8 y 11 años han tenido cambios en su actitud que me desconciertan. ¿Tienen relación nuestros problemas con la conducta de mis hijos? ¿Qué debo atender primero? Ulises
¡Hola, Ulises! Usualmente estas preguntas las hacen las mujeres, que por lo general son más apegadas a los hijos que los papás, lo que evidencia que tienes un interés genuino en que tu familia vuelva a tener la tranquilidad que ha perdido. Es por ello que los problemas deben atenderse de forma paralela, de tal forma que se resuelvan lo antes posible y de la mejor manera.
Antes que nada, sería conveniente que los problemas que tienes con tu esposa los trates en privado, no frente a los chicos, ya que cuando ellos presencian una discusión o se dan cuenta de que existe cierta tensión entre ustedes de inmediato empiezan a sentirse ansiosos y su actitud cambia: pueden volverse muy sensibles, enojarse, deprimirse, ponerse a llorar, o bien, hacer cosas para llamar la atención que en realidad pueden resultar muy molestas para ustedes. Por ello sería conveniente que tu esposa y tú hicieran un esfuerzo por platicar fuera de casa, ya sea en un café o en un parque, lo cual les obligará a conservar la calma y mantener la voz baja.
Si se ha llegado a situaciones muy evidentes para sus hijos podrían platicar con ellos y decirles la verdad sin mencionar detalles, algo como que sus papás han tenido desacuerdos y están buscando la forma de solucionarlos, pero que ellos no tienen la culpa y su amor por ellos sigue siendo tan grande como antes. Ustedes deben saber que sus hijos van a hacer preguntas que pueden incomodarlos, como “¿se van a divorciar?”, “¿ya no se quieren?”, mismas que ustedes deben contestar de forma inteligente, disminuyendo la ansiedad de sus hijos al máximo pero sin comprometerse a algo que no saben si podrán cumplir.
La edad de sus hijos es muy importante. El de 8 años se encuentra en una etapa en la que lo más importante es la socialización con chicos de su edad, la que de ninguna manera debe verse afectada por los problemas de sus papás. El de 11 años está justo en la entrada de la pubertad, que se caracteriza por muchas dudas que pueden traducirse en inseguridades, especialmente en su relación con las chicas.
Es fundamental que ustedes logren transmitirles que las relaciones humanas pueden tener altibajos pero siempre existen formas de hacerles frente con los mejores resultados para todos.
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