En días pasados nos informaron que una compañera de la oficina estaba hospitalizada y su salud era crítica. Me llamó la atención cómo ese mismo día los compañeros más cercanos a ella comenzaron a organizar rifas, ventas y donativos para apoyar a esta persona y su familia con los gastos.
Llevo tres meses trabajando en la empresa y me siento impresionada al constatar la solidaridad que se ha generado. Les comparto las reflexiones que han pasado por mi mente en estos días:
En el corazón del hombre luchan dos fuerzas: el amor y el egoísmo. Cuando dejamos que triunfe el amor se crea una cadena de bien que se vuelve imparable, pues la bondad atrae.
Y pensando en el origen de esta cadena me topé con una cara sonriente, un ser humano amable, la imagen de una mujer educada, pacífica y responsable.
Ella lleva muchos años trabajando en nuestra empresa y en los diferentes departamentos que ha recorrido ha ido sembrando en muchos colaboradores y clientes gotitas de amor, de paciencia, de servicio y ahora está cosechando lo que ha dejado en cada uno de nosotros.
A los lectores de “Testimonios de vida” les pido que nos unamos a las oraciones de sus familiares y amigos y pongamos su vida, salud y pronta recuperación en manos de Dios.— Verónica.— Si tienes un testimonio para compartir comunícate con Ana María al 944-96-73 o escribe a testimonios_de_ vida@hotmail.com.