Claudia Canales
Si en el evento o el restaurante al que asistimos se sirve un bufé cumpliremos las siguientes reglas de etiqueta, además de todas las antes mencionadas:
Respetar nuestro lugar en la fila, no aprovechar para introducirnos o dejar entrar a alguien más, por respeto a los demás comensales que hacen fila también.
Generalmente se coloca el nombre de los platillos frente al recipiente que los contiene o en el “chef & dish”, leámoslos antes de retirar la tapa que los cubre. Cuando hayamos terminado de servirnos los alimentos, procuremos colocar la tapa del “chef & dish” en su lugar, al igual que los utensilios de servicio que empleamos.
En reuniones en que se ofrecen bufés para un número grande de invitados o comensales se pueden colocar dos servicios en los extremos. En caso de hacerse en una casa particular y no contar con lugares suficientes en la mesa principal, los comensales podrán acomodarse en diferentes mesas, o bien, algunos podrán continuar en estancias o jardines. En estos casos se ofrecerá a dichos comensales una pequeña tabla que se utilizará como mesa, siempre acompañada de una servilleta de tela.
Lo que hay que evitar
Acercarnos mucho para ver u oler los alimentos; podemos dejar caer un cabello o salpicar saliva al hablar frente a éstos. Ciertos restaurantes colocan una cubierta de acrílico frente a los platillos.
Servirnos cantidades exageradas de los alimentos. Sirvamos proporciones adecuadas y si deseamos más lo repetiremos. Evitemos dar la impresión de no haber comido por días.
Servirnos alimentos que deben ir de manera separada, como dos carnes (pollo y carne; carne y pescado; pescado y mariscos), o pasta, arroz y papa. Elegiremos sólo una de éstas. Lo adecuado será servir la selección de un tipo de carne y como guarnición, una harina y verduras.
Servirnos diferentes postres al mismo tiempo.