
LUXOR (EFE).- La misión de un egiptólogo no puede limitarse a catalogar descubrimientos, requiere ir más allá, como afirma la española Teresa Bedman, para quien “si no intentas devolver el alma a los monumentos de Egipto no sirve para nada”.
Codirectora del proyecto español en Luxor “Visir Amen-Hotep Huy”, que ayer cerró su campaña de 2014, Teresa reconoce que en ocasiones “es un milagro encontrar el equilibrio perfecto entre la egiptología y poner en valor el monumento para que en un futuro el público vea el trabajo de rescatar la historia de la humanidad”.
“Un egiptólogo no puede pararse en el mero hecho de descubrir algo y catalogarlo, tiene que volver a ponerlo en su lugar”, insiste la experta, que equipara en importancia la excavación con la epigrafía y la restauración.
En estas tareas emerge la figura de la mexicana María Dolores Corona, conocida en la expedición como Paloma, quien, bajo la luz de dos potentes focos y con unas gafas especiales, “maquilla” un sarcófago hallado en la misión dos semanas antes. “Estamos haciendo pruebas de limpieza y consolidación con brocha fina, aire y pinceles muy delgados”, explica.
Un “maquillaje” que se suma a la restitución de los fragmentos desprendidos. Todo ello con el objetivo de reforzar el sarcófago para que pueda conservarse en mejor estado. La campaña de este año comenzó en octubre, aunque el proyecto del “Visir Amen-Hotep Huy” lo hizo en 2009, con dos años previos de estudio en España.
Tras dos campañas buscando la puerta de la tumba del visir, que data del año 1360 antes de Cristo, en 2011 se comenzó a excavar la capilla, de la que salieron 30,000 metros cúbicos de restos, recuerda el director del proyecto, Francisco Martín Valentín.
Nueva área
Este año se emprendió la excavación del patio, que fue reutilizado en años posteriores a la muerte del visir para colocar tumbas de personajes de la alta sociedad, por lo que Martín Valentín confía en que “el año que viene haya muchas sorpresas, incluso ciudades subterráneas”.
La tumba del que fue mano derecha del faraón Akenatón (Amenhotep IV) permitirá repasar la historia de la ciudad de Tebas desde el año 1360 antes de Cristo hasta el 400 después de Cristo, a través de sus costumbres funerarias, textos, inscripciones y técnicas de momificación.
Seis metros bajo tierra, a la entrada de la capilla que alberga a la tumba, una columna recién reconstruida luce esbelta frente a otra completamente derruida. “El año pasado ésta se encontraba así”, recuerda Martín Valentín señalando primero la columna reconstruida y más tarde lo que queda de la segunda.
“Es una maravilla; si me das a elegir entre el descubrimiento del sarcófago y la reconstrucción de una columna me quedo con la columna”, añade emocionado.
“¿Te puedes imaginar la satisfacción cuando colocas la pieza y dices ‘¡Bingo!, es lo que yo pensaba’?”, pregunta el egiptólogo, que añade que aunque esa pieza no encaje muchas veces puede aportar el significado de los jeroglíficos “porque hay que saber leer donde no hay texto”.
Egipto | Excavación
El equipo hispanoegipcio lo forman 31 personas. El proyecto es financiado por la Fundación Gaselec.
Cierre temporal
“Aquí nadie puede entrar, es una zona sellada esperando a que volvamos el año que viene”, dice Francisco Martín, quien seguirá liderando el proyecto en España.
Nueva etapa
En Europa los expertos participarán en conferencias y escribirán artículos para revistas especializadas.