Ver la alegría, y a veces el asombro y la sorpresa, de los niños es la mayor satisfacción y gozo para quienes integran “Vivir para ayudar”, una asociación sin fines de lucro que cada año ofrece fiestas navideñas a pequeños de escasos recursos que nunca han visitado la ciudad.
Hace 10 años nació la agrupación, que desde entonces realiza anualmente por estas fechas una semana de festejos en la que cada día recibe de 50 a 60 niños de distintas comunidades, a los que lleva de paseo por sitios de interés de Mérida, entre los que se encuentra el Centenario.
Ayer tuvo lugar la primera jornada de este año, en la que se recibió a 60 alumnos de la escuela “Louis Braille”.
Pilar Macossay González de González, quien preside “Vivir para ayudar”, explica que cada año trasladan a la ciudad a pequeños de comunidades donde no han trabajado anteriormente para dar a más niños oportunidad de vivir esta experiencia.
Únicamente el colegio “Louis Braille”, que atiende a menores con discapacidad visual e intelectual, es el que repite cada año en el programa, como manifestación de un agradecimiento personal de la presidenta.
Y es que Pilar Macossay comparte que a causa de un accidente perdió la vista y estuvo ciega por mucho tiempo; finalmente se recuperó.
Cada año Pilar dona a la escuela algo que le hace falta, en esta ocasión fue un teclado musical, que de inmediato fue utilizado por una de las alumnas para tocar las “Mañanitas”, que los demás invitados corearon.
El bullicio de los niños colmó el restaurante de comida rápida donde se efectuó la celebración, en la que los menores desayunaron, rompieron piñata, cortaron pastel y recibieron juguetes.
El director de la escuela, José Humberto Matos Colonia, acompañó a los alumnos junto con varias maestras.En un mensaje a los presentes, Pilar Macossay destacó que la labor que realizan se basa en ideales humanitarios y democráticos, y los valores del respeto y la igualdad.Recordó que tienen la finalidad de otorgar asistencia espiritual y social, principalmente a niños con discapacidad y de bajos recursos.Agradeció a quienes a lo largo de 10 años la han apoyado para lograr las metas propuestas, en particular su esposo Marco González Canto, quien aporta el transporte.
Los pequeños que este año serán atendidos por “Vivir para ayudar” son de Cacalchén, San Antonio Xluch, Dzoncauich y Dzununcán.
En estos primeros 10 años de actividades la asociación ha recibido a más de cuatro mil menores.- Iris Margarita Ceballos Alvarado