VARSOVIA (EFE).- Científicos estadounidenses aseguran que han resuelto el misterio en torno a las tumbas de “vampiros” del cementerio de Drawsko, en el oeste de Polonia, donde en 2009 se encontraron al menos media docena de cadáveres enterrados con una hoz sobre el cuello y una roca en la boca.
Un equipo de arqueólogos y antropólogos llegó a la conclusión de que los esqueletos pertenecen a víctimas de una epidemia de cólera que azotó la región entre los siglos XVII y XVIII, según resultados del estudio que se publicaron en la revista “Plos One”.
“La propagación de enfermedades como el cólera fue muy poco conocida en el siglo XVII y eso hizo creer que se trataba de vampiros”, explica la antropóloga Lesley Gregoricka, de la Universidad de Alabama del Sur. “Los vecinos de los fallecidos dieron una explicación sobrenatural a una enfermedad que había aparecido de forma desconocida, y por eso creyeron que los muertos podían haber sido víctimas de vampirismo”.
Al menos 66 de los cadáveres enterrados en el antiguo cementerio estaban con las cabezas mirando en la misma dirección, varios tenían hoces de hierro alrededor del cuello y uno llevaba el cuerpo atado y piedras en la garganta. Los especialistas estadounidenses creen que una hoz en la garganta serviría para degollar al individuo en caso de que volviera a la vida, y una gran piedra en la boca lo haría atragantarse si pretendía morder a alguien.
“La colocación de estos objetos tienen que ver con la creencia de que les servirían de protección si los muertos volvían a la vida”, señala la antropóloga estadounidense.
Vampiros | Estudio
Los científicos pensaban en principio que los enterrados eran personas ajenas a la comunidad local.
Sorpresa
Ahora se sabe que eran vecinos de Drawsko. “Nos sorprendió, ya que suponíamos que habían recibido un entierro de estas características debido a que eran forasteros”, dice la antropóloga Lesley Gregoricka.
Estudio
Los investigadores analizaron los molares de 60 individuos utilizando isótopos de estroncio.