José Carlos Palacios (*)
Para seguir con el tema de la semana pasada, continué investigando acerca de los mitos que se propagan en el universo del vino y, claro, surgen más y más.
Me preguntaba la señora Morales que cómo es posible que le digan en un restaurante que todos los vinos mexicanos tintos son para acompañar comidas muy picantes y a la hora de probarlos son intomables o resalta más el picor de la comida. Vamos a desenmascarar esta creencia.
Si bien se dice que no es una buena idea, porque podría ocasionar problemas digestivos, la idea de complementar un vino es para acrecentar el sabor de un platillo y al mismo tiempo suavizar los extremos del mismo, como su grasa, picor o textura. Un vino de características frutales y/o herbales podría acompañar algunos platillos picantes. Por ejemplo, un Sauvignon Blanc, que es una uva blanca, sería el ideal, ya que sus características herbales combinan con esas notas de cilantro y lima que son la base de mucha de la comida que se consume aquí. Si el plato no contiene carne se aconseja un Fume Blanc (vino blanco añejado en barrica); si tiene mezcla con uva semillón (blanca también) le dará cuerpo extra y buena estructura a la comida.
Otro mito: las aves y los pescados siempre van con vino blanco. La regla de colores que alguien antiguamente impuso, ésa de carnes blancas con vinos blancos y carnes rojas con vino tinto, parece que llegó a su fin. A las aves las podemos acompañar con diferentes vinos tintos, que no sean demasiado robustos pero con suficiente cuerpo y aroma frutal, es decir, un tempranillo joven, un Merlot o un Pinot Noir.
El mito de mezclar
Otro mito: no hay que mezclar los vinos en la comida, así si se empieza con blanco hay que beberlo hasta el final y si se empieza con tinto, igual hasta el final. Mientras no se exceda de la cantidad de alcohol permitido y disfrute del vino en sí puede degustar blancos y tintos.
Podríamos pasarnos un buen rato desmintiendo las leyendas urbanas que se esconden y surgen, pero mejor lo dejamos hasta aquí. La idea es que elija el vino con base en los platillos que va a comer y todo sea una fiesta: sabores, aromas y colores.
Me despido por esta semana, gracias por los correos, las felicitaciones y todas las dudas que les surgen. Recuerden: beber es placentero, beber es vivir, pero beber sin exceso. ¡Salud! Hasta la semana próxima.
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*) Integrante de la Asociación Mexicana del Sommelier. Correo: maestrodevinos@hotmail.com