Claudia Canales
Para solicitar a un comensal que nos haga el favor de acercarnos el salero o la salsera siempre lo haremos con cortesía y amabilidad, utilizando expresiones como “¿Podría usted hacerme el favor de acercarme el salero?”, “¿Sería usted tan amable de acercarme la salsera?”. Para mayor comodidad, se podrá solicitar otro juego de salero y pimentero o, en su caso, otra salsera o bien colocar sobre la mesa dos juegos desde el inicio.
Antes de llevarnos alimento a la boca hagamos lo posible por verificar, con la ayuda de tenedor y cuchillo, que no contenga huesos, grasa, nervios de la carne o espinas de pescado. Así se evitará tragarlos o lastimarnos alguna pieza dental. Si sucede, hay que poner el bocado en la servilleta con discreción y solicitar al mesero el cambio de la misma.
Para verificar si algún alimento, crema, consomé u otro líquido está caliente o picante lo indicado será llevarlo suavemente hacia la boca y con nuestros labios palpar la temperatura o gustar lo picante, así no nos llevaremos toda la porción a la boca, lo que nos puede ocasionar alguna molestia mayor.
Si de antemano sabemos por el menú que se servirá algún alimento desagradable para nosotros, al que seamos alérgicos o nos sea difícil de digerir, podremos solicitar con anticipación al mesero no incluirlo en el platillo o que lo sustituya por otro.
Si deseamos salsa extra, sal o mantequilla, la colocaremos sobre los alimentos en los que los deseamos, sin exagerar para no perder los sabores reales del platillo.
Para comer correctamente la pasta se utilizarán el tenedor y la cuchara. Se tomarán con el tenedor únicamente de dos a tres tiras de espagueti o fetuccini, se girará un poco y luego se montará el tenedor sobre la cuchara, girando la pasta hasta dejar un bocado apropiado. En ninguna ocasión se deberán cortar con cuchillo o tenedor las pastas. El bocado será el apropiado para introducirlo en nuestra boca, sin dejar alguna porción sobre el tenedor o saliendo de éste.