María Marín
Diariamente ayudo a la gente a empezar su día de una manera positiva por medio de mi página de Facebook, donde escribo “Tu dosis diaria de motivación”.
Hace unos días escribí la siguiente dosis: “Cuando alguien te mortifique, no le des el gusto de verte enojado. La indiferencia es el arma más poderosa contra aquél que tiene la misión de hacerte la vida imposible”.
Me quedé boquiabierta cuando vi que este mensaje rompió el récord entre comentarios y “likes”. La reacción del público me motivó a retomar el tema.
Todos en algún momento pasamos un mal rato con alguien conflictivo. Peor aún, hay quienes tienen que lidiar con seres insoportables a diario, bien sea la suegra entrometida, el vecino envidioso, el compañero de trabajo chismoso o la ex pareja celosa.
Reconoce que estas personas nunca cambian. Una vez que lo aceptes, tu nivel de tolerancia aumentará. Tienes dos opciones: o te alejas por completo o aprendes a lidiar con la persona.
Si no te puedes alejar, sigue estos consejos ¡y no permitas que te mortifiquen!
1. No tomes personal su actitud. Esa persona te mortifica porque está infeliz consigo misma y no soporta ver a otros felices. Fíjate que son muchos a quien le hace la vida de “cuadritos”. Su comportamiento refleja su propia desdicha, ¡compréndela!
2. Mantén la calma: No te involucres en una discusión. No llegarás a ningún acuerdo. ¿Alguna vez has visto que en medio de una disputa alguien diga: “¡Tienes razón!”? Por supuesto que no. En vez de discutir, dile: “Cuando estés calmado conversamos”.
Si esta proposición crea más tensión, no te acobardes y vuelve a repetir lo mismo. De esta manera, el agresor se da cuenta que para hablar contigo primero tiene que tranquilizarse.
3. Aprende a poner límites. Como dice el dicho: “Un abusador abusa hasta que el abusado lo permite”. No dejes que te intimide. Por ejemplo: la primera vez que alguien te levante la voz es el momento de exigir que jamás lo vuelva a hacer o la primera ocasión en que la suegra “se meta” en tu matrimonio pídele inmediatamente que respete tu privacidad.
4. Aplica la ley del hielo: ¡sé frío con quien te hostiga! Deja de darle importancia. Tu atención es lo que engrandece su posición. Un adversario mide su poder de acuerdo con la efectividad de sus ataques y burlas. Por eso, entre menos caso le hagas menos poder le das.
El amor es la solución
El mismo día que publiqué la dosis de motivación tan comentada en la mañana decidí escribir por la noche en mi muro de Facebook: “Cuando te quieran hacer la vida difícil vence esa batalla de agresividad con amor. Una sonrisa sincera es más poderosa que reciprocar con hostilidad”.
Para más motivación visita la página www.mariamarin.com o síguela en Twitter: @maria_marin o en Facebook: MariaMarinOnline.