Son las siete y media de la mañana y conforme uno entra al Hotel & Bungalows Mayaland, ubicado en la zona arqueológica de Chichén Itzá, el ambiente le atrae. Un par de pavorreales, con su pausado andar, comparten los pasillos con los inquilinos del lugar, sin que nada los intimide, y aves de la región y otras especies exóticas revolotean en los altos techos del restaurante principal, donde a partir de las ocho de la mañana comienzan a llegar decenas de invitados.
Entre los comensales que ya madrugaron y disfrutan de fruta de la estación, yogurt y cereal, sonrientes niños juegan y se escuchan sus voces y risas. Sus rasgos son inconfundibles, se trata de los bisnietos de quien fuese el fundador de este lugar, don Fernando Barbachano Peón, a quien familiares, amigos y personas relacionadas con el sector turístico le rindieron homenaje por su 50 aniversario luctuoso, con una verbena el viernes en el restaurante Pavarotti y un desayuno ayer en el restaurante principal.
En un ambiente relajado, de charla amena salpicada de anécdotas y acontecimientos históricos únicos, Fernando Barbachano Herrero agradeció a nombre de toda la familia el reconocimiento y aportación cultural y turística de su abuelo, el pionero en la promoción del turismo de Yucatán para el mundo.
En lo que tal vez fue el único acto “protocolario”, que también fue casi espontáneo y sin micrófonos ni presidium, Saúl Ancona Salazar, titular de la Secretaría de Fomento Turístico de Yucatán (Sefotur), destacó la pasión que Fernando Barbachano Peón demostró por el Estado y su riqueza natural.
“Es el pionero del turismo en Yucatán, no uno de los… sino indiscutiblemente el primero, y la inspiración a la hora de hablar del Estado y sus atractivos aquí y en cualquier parte del mundo”, destacó el funcionario estatal, quien no se guardó su gran admiración por la familia Barbachano y todo lo que siguen haciendo a favor del turismo en Yucatán.
“En Yucatán el turismo no se creó, sino que nació de forma natural y a la par gracias a la visión de Fernando Barbachano Peón, y por ello el Estado necesita de una medalla al mérito turístico que se entregue anualmente a aquellas personas pongan en alto el nombre y las bellezas del Estado en todo el mundo, mérito que debe llevar el nombre del pionero en esta área”, anunció Ancona Salazar, quien ya trabaja en este proyecto con un comité que incluye a la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady).
El desayuno bufé, donde los platillos regionales fueron el principal atractivo, continúa de forma amigable. Una mesa, que fue cuidadosamente decorada con finos pasteles y panes, es visitada por algunas personas que no desaprovechan probar una rebanada con su café aromático.
En la terraza las fotos familiares siguen su ritmo y es necesario “pescar” a los bisnietos del homenajeado por los alrededores del restaurante, pues prefieren “aventurarse” y perseguir alguna ave o animalito.
Integrantes de la familia Barbachano, invitados y personal del Hotel Mayaland se dejan envolver por el espíritu del homenajeado, quien deja en el aire, 50 años después de su partida, esa pasión por Yucatán, sus bellezas naturales y el orgullo de mostrarlas, sin recato, al mundo entero.- Renata Marrufo Montañez (Twitter:@RenataMarrufo
Homenaje | 50 años
El evento fue un programa sencillo con la familia, amigos y personal del Mayaland.
Verbena
El jueves por la tarde y noche se llevó al cabo una verbena, en el restaurante Pavarotti del mismo hotel, donde alrededor de 60 personas disfrutaron de anécdotas del homenajeado y una amplia, detallada semblanza de la vida de Fernando Barbachano Peón a cargo de su recopilador, el antropólogo Enrique Valdés.
Desayuno
Los asistentes disfrutaron de un desayuno bufé que incluyó fruta de la estación, jugos naturales, cereal, yogurt, hotcakes, chilaquiles, leche, café y platillos regionales como tamalitos colados, cochinita, lechón, mucbilpollo y huevos revueltos con tomate y cebolla, entre otras especialidades.
Calle
Al término del desayuno la familia Barbachano e invitados se trasladaron a la comunidad de Muna, donde una calle recibió el nombre de Fernando Barbachano Peón, la que se considera como el antiguo libramiento Muna-Ticul.
Hospedaje
La mayoría de los invitados llegaron el jueves, para la verbena, y se retiró ayer.