DR. MARIO ALBERTO DEL VILLAR CERVERA (*)
Cuando nuestros maestros nos insistían e insistían que: “los oídos se limpian con los codos”; así deberíamos trasmitírselo a nuestros pacientes o simplemente cuando alguien nos preguntara cómo limpiarse los oídos, muchos pensaron que pudiera sonar a una exageración.
En mis casi 30 años de especialista en Oídos, Nariz y Garganta, me he dado cuenta que esa premisa es más que cierta. Siguiendo las enseñanzas de quienes me formaron, cabalmente lo he hecho saber en mis pláticas, mis consultas e incluso en estas, mis publicaciones, que tanto disfruto.
Las razones por lo que la gente se mete infinidad de cosas -aplicadores, invisibles, puntas de lápiz y plumas, clips, palillos, agujas de tejer, etc.-, son múltiples, pero las más comunes son: picazón, “oído tapado” o por tener “los oídos pulcros”.
Cualquiera que sea su razón, es menester importante para mí, advertirle que puede lastimar, incluso seriamente su oído y que la curación puede ser espontánea (sin la necesidad del médico), difícil (aún con la ayuda del médico) o imposible (con consecuencias no reparables, aún en las manos de un médico experto). Siga el consejo de mis maestros.
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(*) Otorrinolaringólogo para niños y adultos. Consultorio 423, Star Médica. Teléfono 196-1514.