Pastoral de la salud
Siguiendo con este mes en el que recordamos a nuestros difuntos, podemos matizar el significado de la muerte para los cristianos.
El Catecismo de la Iglesia Católica lo resume magistralmente: “La muerte es el fin de la peregrinación terrena del hombre del tiempo de gracia y misericordia que Dios le ofrece para realizar su vida terrena según el designio divino y para decidir su último destino. Cuando ha tenido fin ‘el único curso de nuestra vida terrena (Lumen Gentium, n.48) ya no volveremos a otras vidas terrenas’. Está establecido que, los hombres mueran una sola vez (Hb 9,27). No hay reencarnación después de la muerte’”.
“Creemos firmemente, y así lo esperamos, que del mismo modo que Cristo ha resucitado verdaderamente de entre los muertos y que vive para siempre, igualmente los justos después de su muerte vivirán para siempre con Cristo resucitado y que Él los resucitará en el último día (cfr. Jn 6, 39-40)”. Catic n. 989
El sentido cristiano de la muerte, siguiendo el Catecismo, se puede resumir así:
La muerte es el final de la vida terrena
La muerte entró en el mundo a consecuencia del pecado
Por la muerte, el alma se separa del cuerpo, pero en la resurrección Dios devolverá la vida incorruptible a nuestro cuerpo trasformado, reuniéndolo con nuestra alma.
En siguientes artículos continuaremos profundizando sobre el sentido de la muerte y cómo vivirla de manera saludable.
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Padre Alejandro de J. Álvarez Gallegos, coordidnador Diocesano para la Pastoral de la Salud. Correo: pastoralsaludyucatan@hotmail.com
Creemos que los justos, después de su muerte, vivirán para siempre con Cristo resucitado y que Él los resucitará