La fiesta de las ánimas se convirtió en la fiesta de los vivos, los mismos que abarrotaron la Plaza Grande donde se efectuó la Muestra de Altares e hicieron largas filas para recibir un pedazo de pib, pan o hasta una tortilla hecha a mano.
La tradición del Hanal Pixán afloró en todo su esplendor, pero al parecer también despertó el hambre de los meridanos, quienes por montones sucumbían a la tentación de comer un pedazo de mucbilpollo, una torta de relleno negro o beber un vaso de pozole, sin importar tener que hacer largas filas para obtener las viandas que obsequiaron varios representantes de los municipios o instituciones participantes.
Los pasillos del parque lucieron repletos de personas de todas las edades, incluso mujeres con bebés en brazos o a bordo de carreolas desafiaron el amontamiento.
La mezcla de olores saturaba el olfato que en milésimas de segundo percibía el aroma a incienso, a pibes, a relleno negro, tamales, puchero, dulce aroma de los frutos en almíbar y hasta la frescura de las plamas de huano, con las que se construyeron las improvizadas chozas de paja.
Los aromas parecían competir con el barullo de los asistentes, entre cantos y rezos a las ánimas, las constantes preguntas de “¿dónde le dieron su pib?” o las expresiones de “mirá ahí están dando algo, vamos a la cola”, y el sin fin de “clicks” de cámaras fortográficas y teléfonos con cámaras integradas que buscaban captar las mejores imágenes de las jornadas.
Fue a las 10 de la mañana cuando se inauguró la Ceremonia de Hanal Pixán y Muestra de Altares, en un acto presidido por el gobernador del Estado, Rolando Zapata Bello, quien estuvo acompañado de su esposa, Sarita Blancarte de Zapata, y su madre, Ofelia Belllo Paredes, así como numerosos funcionarios estatales y de los municipios participantes.
El titular del ejecutivo, manifestó su agrado de que este año hayan sido más los participantes, pues esto demuestra el deseo de participación y dijo son espacios que identifican, hablan de la cultura y tradiciones de la región y se preserva “lo que es nuestro y nos enorgullecemos”.
La presidenta municipal de Sotuta, Geny Otilia Blanco Gómez, dio un mensaje en representación de los municipios que participaron en la muestra y afirmó que es importante mantener y preservar estos elementos de la cultura que dan identidad.Luego del acto protocolario las autoridades hicieron un recorrido por la Muestra.Entre los altares se vio una amplia variedad de formas de ofrecer esta ofrenda a los difuntos, pues aunque hubieron similitudes ante la idea de mostrar lo más apegado posible la tradición, se vieron diferencias en la forma de concebir el altar en cuanto a niveles, formas, el tipo de ofrendas que presentaron y los adornos que iban desde las tradicionales flores hasta los elaborados con materiales reciclables.
Un toque que ya se volvió común, y no por eso menos atractivo, en los altares es la instalación que simula brocales de pozo, bateas o corrales de animales, como gallinas y cochinos que no faltaron en esta ocasión.
La muestra de altares se prolongó hasta las primeras horas de la tarde, para el disfrute de yucatecos y visitantes que recorrieron la Plaza Grande.- Iris Ceballos A.
De un vistazo
Destacados
El altar que instaló la Fiscalía General del Estado fue uno de los más tradicionales al usar, en lugar de manteles blancos, las hojas de plátano, y ser el único que incluyó un cartel en el que explicaba los alimentos y elementos que debe llevar el altar. En el altar del Congreso del Estado se repartían folletos con un contenido similar.
Progreso
Al igual que el año pasado, este municipio montó su altar y llevó como ambientación una barca con sus redes, y entre las ofrendas a las ánimas pusieron pescado en tikinxic y ceviche.
Participantes
Un total de 97 altares se instalaron en la Plaza Grande, de los cuales 54 correspondieron a las poblaciones del interior del Estado, y 40 a instituciones educativas, dependencias de gobierno estatal y federal y a organismos de la sociedad civil.