José Carlos Palacios (*)
Siguiendo con el tema de vino y salud, otra pregunta recurrente es qué beneficios le trae tomar vino a la mujer.
Para responder a los correos en que me lo han preguntando, y que agradezco por su amable atención de enviarlos, vamos a ver qué aporta este elíxir.
Es considerado un alimento completo, ya que posee vitaminas y minerales: vitaminas A, C y varias del complejo B; ácido fólico, biotina, tiamina y pridoxina, además de que pequeñas cantidades de hierro, esenciales para combatir la anemia.
El vino está asociado con la longevidad y es un remedio para la ansiedad y la tensión emocional; dicen algunos expertos que “el vino mantiene en un justo equilibrio la mente y los sentimientos”. Tiene propiedades euforizantes que disminuyen la depresión.
El vino blanco es un excelente diurético, además de rico en tartratos y sulfatos de potasio que actúan sobre los riñones para eliminar mucho mejor las toxinas.
Otro beneficio para las mujeres que beben vino es que éste reduce el riesgo de cáncer porque contiene sustancias que activan la respiración celular, cuando se consume moderadamente protege de efectos patológicos de los radicales libres responsables de varios tipos de cáncer.
En el aspecto digestivo, es muy rico en vitamina B2, así que permite la eliminación de toxinas y la regeneración del hígado (se recomienda beber moderadamente) y, lógicamente, actúa de manera activa en el metabolismo de las proteínas y los glúcidos, estimula la producción de jugos gástricos y es altamente recomendable para consumir con pescados y carnes pues facilita el proceso de digestión.
Acelera la depuración del colesterol, pues facilita y refuerza la acción de la vitamina C que se encarga de eliminarlo. El vino es un buen disparador de sensaciones, aunque parezca paradójico une a las parejas, ya que crea un ambiente de buena plática en la que afloran esas sensaciones que sólo se encuentran en dos personas que disfrutan de una buena botella.
Un estudio reciente señala que las mujeres que beben vino son más cariñosas y tienen mejor actitud con sus parejas, y en cierta medida el vino contribuye a una vida plena y de mucha felicidad.
Les aseguro que hay muchos beneficios más que podremos ir desarrollando a lo largo de estas columnas.
Gracias por sus comentarios y recuerden que beber es placentero, beber es vivir, pero beber sin exceso. ¡Salud!
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*) Integrante de la Asociación Mexicana del Sommelier. Correo: maestrodevinos@hotmail.com.