
PARÍS (Notimex).- La directora del Instituto Nacional de Antropología e Historia, María Teresa Franco, destacó ayer en la capital de Francia la gran aportación a la difusión de la cultura mexicana de la muestra sobre los mayas que se inauguró en el Museo del Quai Branly, que “conmoverá” al público.
Esta exposición “aporta muchísimo, porque si hay algo en lo que México es enormemente rico es en materia de patrimonio histórico, arqueológico, paleontológico, diverso, pluriétnico”, dijo.
“México puede presentarse a nivel mundial como uno de los países que invierte muy en serio en investigación, en conservación y en difusión del patrimonio cultural”.
María Teresa Franco fue una de las autoridades mexicanas que participó ayer en la inauguración de la muestra, que reúne 400 objetos de la civilización maya.
“Mayas. Revelación de un tiempo sin fin”, abrirá hoy sus puertas al público en general. Sus piezas proceden de varios estados del Sur y Sureste y de diferentes épocas, seleccionadas entre museos y grandes yacimientos.
Permanecerá abierta hasta el 8 de febrero de 2015.
En su intervención, María Teresa Franco subrayó que, “más que una carta presentación, esta exposición es una aproximación a los grandes valores de México”.
“Es una enorme oportunidad para mostrar la grandeza de los mayas, que destacan como una de las grandes civilizaciones del mundo”.
“Esperemos que París responda a esta propuesta con entusiasmo, como lo ha sabido hacer en otras ocasiones. Sabemos que los mayas tienen un gran poder de convocatoria y que a nadie pueden decepcionar”, afirmó.
“Al público francés, parisino e internacional el encuentro con los mayas va a resultar sorprendente y enormemente conmovedor”.
“Hay una selección excelente desde el punto de vista estético, una significación de lo que fue la vida de los mayas y una muestra de la investigación reciente multidisciplinar”, manifestó.
Mayas | Exposición
La curaduría estuvo en manos de la investigadora Mercedes de la Garza.
Las piezas
Integran la colección urnas, incensarios, vasijas de cerámica, estelas, dinteles y máscaras funerarias de jade, así como piezas procedentes de excavaciones recientes, entre ellas dos entierros con sus ofrendas encontrados en Balamkú y la isla de Jaina.