Autor: Claudia Canales
Para seleccionar la cristalería empezaremos por la correspondiente a los vinos y licores. Tomaremos en cuenta la selección de vajilla, mantelería y cuchillería para que tengan el mismo estilo: cristalería fina o cristal cortado con vajilla de porcelana fina y cubiertos de plata, con manteles de lino, etcétera.
Existe un diseño especial de copa o vaso según el vino, licor o bebida a ingerir. Es importante elegir bien la copa correspondiente y el material de ésta. Con los cristales gruesos no se puede apreciar bien el aroma, el color y el cuerpo de un buen vino.
Copa grande para agua: no se retira de la mesa mientras el comensal no haya finalizado todos los tiempos del menú. Es la copa que tiene la mayor capacidad.
Copa mediana para vino tinto: se coloca a la derecha de la copa de agua.
Copa pequeña para vino blanco: se coloca a la derecha de la copa de vino tinto.
Copa alargada con boca angosta y tallo alto para la champaña: se coloca detrás de la copa de agua y la del vino tinto.
Copa para jerez: aflautada, de tamaño mediano.
Copa para martini o vermouth: de boca ancha.
Copa para brandy o coñac: ancha, tallo pequeño.
Entre la gran variedad de cristalería podemos encontrar diseños diversos, como:
Vaso para agua: se usa en eventos menos formales.
Vaso para refrescos o cocteles: alargado, tiene una boca angosta.
Copas para cocteles: existe una gran variedad de diferentes diseños.
Yarda: usado para servir cerveza. Diversos tamaños.
Vaso tequilero: vaso pequeño también usado para la sangrita.
Vaso para whisky o highball: bajo con boca ancha.