Sacar la parrilla, las carnes, el pescado o unos mariscos para armar las brochetas; acompañarlas de cebollas, ajos y pimientos… siguiendo casi un ritual para entregarlos al carbón.
Para muchos el verano significa descanso, pero no necesariamente hacer una pausa en el buen comer. En esta época del año la mejor cocina tiene que ver con la facilidad y la sencillez de las recetas, aunque sin dejar de cuidar el sabor.
Para disfrutar de una buena comida en vacaciones, Melissa Clark, chef columnista del diario “The New York Times”, creó una guía con las técnicas y los ingredientes recomendados para utilizar a lo largo de este verano.
Según indica ella misma en el periódico estadounidense, la guía debe verse más bien como un kit de herramientas para toda situación en que haya sol y calor. Incluye consejos básicos sobre parrilladas, la preparación del asador, algunos ingredientes y proceso de elaboración.
La experta recuerda que, ya sea el marinado, el armado del asador o la espera de los tiempos de cocción de unas costillas, la parrillada perfecta requiere trabajo y esfuerzo, además de la pasión que las llamas y una buena cerveza pueden llegar a despertar.
A continuación, algunas de las herramientas que recomienda Melissa.- Mario Ovies Gage
Entre los fundamentos del uso del asador está la configuración de la parrilla, ya sea a fuego directo o indirecto. El primero es para cocinar ingredientes rápidamente, es decir, cosas pequeñas. El fuego indirecto es para los ingredientes de cocción lenta, que no se deben poner frente a las llamas.
Si la ocasión amerita un toque marino, se puede cocinar filetes de pescado: báñalos en aceite y sazónalos al gusto; a continuación, colócalos a fuego directo hasta que aparezcan las marcas de la parrilla. En el caso del camarón, ya sea con cáscara o sin ella, se debe sazonar con sal y pimienta para luego pasarlo al fuego y darle una sola vuelta.
Por tradición en toda parrillada debe haber carne y ésta debe estar marinada. Lo primordial es saber que el tiempo mínimo de marinado es de una hora y el máximo, de 24. El adobo debe llevar un poco de aceite, y de media a una cucharada entera de sal por cada kilo de carne. Lo demás es al gusto: el ajo, las hierbas o lo que se les ocurra.
No pueden faltar, son los acompañantes perfectos, ya se trate de unas cebollas cambray, unas papas o unos tomates. Su preparación depende de cuánta agua contengan. Los tomates pueden ser cortados en rebanadas mientras que las cebollas y las papas se pueden envolver en papel aluminio y colocar al carbón.