WASHINGTON (AP).- Cuando mueres ¿deberían tus seres queridos tener acceso a tus cuentas en Facebook u otros sitios de internet?
Un grupo de abogados en Estados Unidos dice que sí, a menos que tú expreses lo contrario en un testamento.
La Comisión de Uniformidad de la Ley va a votar sobre el asunto y se espera que respalde un plan para dar automáticamente a los seres queridos acceso a todas las cuentas digitales, a menos que se indique lo contrario.
Para adquirir fuerza de ley en un estado norteamericano la medida tendría que ser adoptada por la legislatura estatal. Si eso ocurre, ese acceso sería una herramienta en la planificación de patrimonios, pues permitirá a la gente decidir qué cuentas se cerrarán cuando fallezcan.
El plan seguramente tendrá reacciones negativas en defensores de la privacidad, que consideran que la gente no tendría que redactar un testamento para impedir que sus madres lean la descripción de sus perfiles en webs de citas o que un cónyuge lea sus mensajes electrónicos.
“Es algo en lo que la mayoría de la gente no piensa hasta que se lo encuentra. No tienen idea de lo que está a punto de perderse”, advierte Karen Williams, quien demandó a Facebook para obtener acceso a la cuenta de su hijo Loren, de 22 años, luego de que éste falleciera en un accidente en 2005.
La cuestión sobre qué hacer con los “bienes digitales” personales es enorme. Los familiares de personas fallecidas quieren acceso por razones sentimentales y para resolver asuntos financieros. Los vídeos, fotos y pensamientos de una persona en internet -como un popular blog de cocina o un avatar de juegos que ha adquirido cierto status- pueden además generar dinero.
“Nuestras cuentas de correo electrónico son nuestros gabinetes de archivos en estos tiempos”, señala Suzanne Brown Walsh, abogada de Cummings & Lockwood que preside el comité que redactó la propuesta. Pero “si necesitas acceso a una cuenta de correo electrónico, en la mayoría de los estados no lo consigues”.
De un vistazo
Decisión
Ginger McCall, directora de un centro de defensa de la privacidad, considera que debería ser necesaria la aprobación de un juez para proteger la privacidad tanto de los propietarios de las cuentas como de las personas que se comunican con ellos.
Un mundo diferente
“El mundo digital es un mundo diferente, nadie guarda bajo su cama 10 años de cada comunicación que tuvo con decenas o centenares de personas”, dice.