¡Hola, Abuelita! Ante una separación, es muy común que las parejas se lastimen de diferentes maneras y se culpen uno al otro; así sucede durante el tiempo que a ambos les lleve a entender la verdadera razón que los llevó a tomar caminos diferentes.
Cuando existen hijos de por medio, esta situación es aún peor porque ante la imposibilidad de aceptar la responsabilidad de la ruptura que le corresponde a cada uno de ellos, utilizan a los hijos como arma para seguir lastimando al otro, sin darse cuenta que los más dañados, al final, son los hijos.
Lo fundamental en este caso, es que tu hija y su esposo platiquen para que identifiquen los puntos conflictivos y los puntos de acuerdo, de tal forma que puedan ponerse de acuerdo en los aspectos medulares y dejen para más adelante los puntos difíciles.
Cuando el dolor por la separación y sus causas haya disminuido y ambos puedan abordarlos con una mayor serenidad.
De esta manera se podrán establecer, por ejemplo, el monto de la pensión y los días en que el papá podrá convivir con su hijo, mismos que en todo momento deben ser respetados por ambas partes, en tiempo y forma.
Es decir, la pensión se pagará el día acordado y el papá deberá recoger y entregar al niño en los días y horas establecidas.
Tu hija deberá destinar la pensión a todos los aspectos relacionados con su hijo y hará lo necesario para que esté listo en el horario establecido para entregarlo a su papá y estar presente o tomar las medidas necesarias para que haya alguien que lo reciba en el momento indicado.
Lo anterior sólo lo lograrán tu hija y su esposo cuando se den cuenta de que antes que sus molestias, enojos, reclamos y rencores, se encuentra el bienestar de su hijo, quien no es culpable ni responsable por la separación entre ellos.
Existen algunas personas que creen que un hijo les ayudará a mejorar su relación, para que la pareja se comprometa y cambie las cosas o actitudes que no les gustan, que les resolverá la vida, entre muchas ideas.
Sin embargo, es muy importante que tengan en cuenta que los únicos responsables por las decisiones que se toman y que los llevan a determinadas situaciones, son ellos mismos.
Por lo que es completamente erróneo considerar que un bebé cambiará cosas y aún peor, culparlo, de forma consciente o inconsciente, de la ruptura de la relación.
Finalmente, otro punto de acuerdo fundamental es que procuren no hablar mal de la pareja ante su hijo o quitarle autoridad, ya que esto lastima al menor, debido a que está muy pequeño para poder discernir entre las acusaciones y el dolor de sus padres.
Por ahora, su hijo lo que necesita es saberse amado, cuidado y confiado en que las personas más importantes para él, mamá y papá, son los mejores que pudo tener.
Si tienes alguna duda sobre el ser papá o mamá, escríbeme al correo electrónico contacto@rebecavences.com.; si requieres apoyo para tratar algún problema personal o familiar, pide una cita al teléfono 317 59 17.