MÉXICO.- Las personas que no pueden hablar ni moverse ya no sufrirán de fatiga mental al usar sistemas capaces de procesar los pensamientos y traducirlos a un comando para mover objetos.
Esto debido a que un investigador mexicano diseñó una interfaz inteligente que es capaz de aprender instrucciones del usuario para funcionar de manera autónoma.
Christian Isaac Peñaloza Sánchez, candidato al Doctorado en Neurociencia Cognitiva aplicada a la Robótica en la Universidad de Osaka, está a cargo del proyecto “Automatización de un sistema de interfaz cerebro-máquina”.
El investigador explica que el sistema está constituido por electrodos que se colocan en el cuero cabelludo de la persona y miden la actividad cerebral en forma de señales de electroencefalograma. Éstas se utilizan para detectar los patrones generados por diversos pensamientos, así como el estado mental del usuario (despierto, somnoliento o dormido, entre otros) y el nivel de concentración.
Asimismo, incluye una interfaz gráfica que muestra los aparatos u objetos disponibles y que interpreta las señales del electroencefalograma para asignar las órdenes del usuario y controlar los aparatos.
Además, hay sensores inalámbricos distribuidos en la habitación que se encargan de mandar información del ambiente, como la temperatura o la iluminación; actuadores de hardware móviles que reciben las señales para encender y apagar los aparatos, así como un algoritmo de inteligencia artificial.
“Este último recolecta la información de los sensores inalámbricos, los electrodos y los comandos del usuario para aprender una correlación entre el ambiente de la habitación, el estado mental de la persona y las acciones frecuentes”, explica.
Peñaloza Sánchez agrega que con el fin de evitar que los usuarios presenten fatiga mental y frustración a causa de los altos niveles de concentración por períodos prolongados que requiere la operación de los sistemas, se instauró un sistema capaz de volverse autónomo.
“Le otorgamos capacidades de aprendizaje al sistema mediante la implementación de algoritmos inteligentes, los cuales aprenden, gradualmente, las preferencias del usuario. En un momento determinado puede tomar el control de los aparatos sin que la persona tenga que concentrarse más para lograr dicho objetivo”.Por ejemplo, un individuo puede utilizarlo para controlar una silla eléctrica y trasladarse de su habitación a la sala empleando comandos básicos (adelante, atrás, izquierda o derecha), los cuales son aprendidos por el sistema. De esta manera, la próxima vez que quiera emprender la misma acción sólo será necesario que oprima un botón o lo piense para que la silla navegue de manera automática al destino deseado.”Hemos tenido resultados bastante favorables en diversos experimentos con múltiples personas que han participado como voluntarios en nuestros experimentos en vivo. Se comprobó que la fatiga mental del usuario disminuye de manera significativa y que el nivel de aprendizaje del sistema se incrementa sustancialmente”.
Aportación | Datos
El sistema creado por Christian Isaac Peñaloza tiene la posibilidad de aprender de sus errores.
Detección
Una vez que el sistema funciona de manera automática, el usuario ya no tiene que ejercer concentración para controlar los aparatos. Sin embargo, sigue monitoreando la información para detectar la señal llamada Negatividad Relacionada al Error, que se presenta cuando las personas se percatan de alguna equivocación cometida por ellos mismos o por una máquina.
Ejemplo
Cuando el usuario siente calor, espera que la ventana se abra, pero si el sistema comete un error y enciende la televisión, esta acción es detectada por el cerebro espontáneamente sin que el usuario se esfuerce. Esto permite que el error se corrija y el sistema se reentrene.