Después de la familia, los amigos son el motor de la vida. ¿Qué haríamos los humanos sin amigos?
Dice un refrán: “A la familia uno no la escoge, pero a los amigos sí”; con la primera parte del refrán estoy de acuerdo, “que a la familia uno no la escoge”, pero con la segunda parte del refrán no estoy totalmente de acuerdo porque hay amigos que cuando los conocí no me fueron simpáticos y ahora son mis grandes amigos y, al revés, personas que pensaba que eran buenos amigos no lo fueron tanto. Lo que sí debo reconocer es que todas estas personas que Dios me ha puesto en el camino siempre me han servido para crecer, aprender y agradecer.
Hay amigos que no veo en meses o quizás en años, pero eso no empequeñece el amor, el respeto y la lealtad que siento por ellos. No permito que las opiniones de otros cambien mi actitud hacia mis amigos y tampoco me gusta que hablen mal de ellos, la amistad es de gran valor para mí y cuido mis amistades. Cuando pierdo a un amigo, una parte de mí se va con él. Me gusta mucho reunirme con mis amigas y ahora creo que sé por qué. Estudios de prestigiosas universidades han demostrado que cuando varias mujeres se juntan se libera una mayor cantidad de una hormona llamada oxitocina, que actúa sobre el estrés produciendo un efecto calmante. Estos estudios demostraron también que los lazos emocionales que existen entre las mujeres que son verdaderas amigas, leales y generosas, contribuyen.
Por lo tanto, tener amigos es maravilloso, vibrar con sus emociones, reír con sus locuras, llorar con sus pérdidas y extrañarlos mucho cuando están lejos, pero siempre debemos tratar de ser prudentes, respetuosos y corteses con nuestras amistades, éstas son irrepetibles.
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*) Diplomada en protocolo y organización de eventos, y artista plástica. Correo: pvarases@msn.com.