TV thai
Jorge Luis Hidalgo Castellanos
Un instrumento eficiente de difusión pública en el mundo es la televisión. No existe mejor vehículo para promover gente, actos, planes o productos que unos minutos al aire en ese medio de comunicación que antes parecía una caja y que ahora es una especie de cuadro con imágines móviles que cuelga de la pared o que, apagado, semeja un espejo oscuro.
En el sureste asiático la televisión es también un medio ampliamente utilizado. La de Tailandia tiene un añadido: suproducción televisiva es exportable y vista en varios países vecinos, lo que le permite tener una influencia regional que es aprovechada no sólo artísticamente sino comercial y hasta políticamente. Ello se debe a que las empresas televisivas tailandesas están más desarrolladas que las de Camboya, Laos o Myanmar, por ejemplo, pero incluso más que las vietnamitas.
Los canales de televisión thais cuentan con equipos técnicos de avanzada tecnología, elencos artísticos reconocidos, preparados y con buena pinta, además de una experiencia que permite producir programas de todo tipo, en particular noticiosos y de entretenimiento. En estos últimos se destacan las telenovelas, esos productos que tanto venden en México y Latinoamérica. En ese sentido, la semejanza con Tailandia y el sureste asiático es mucha.
Una trillada explicación del gusto de los tailandeses por las telenovelas (Lakhon Thorathat) es que su origen es religioso. El budismo, al que pertenece la gran mayoría de la población local —incluso en los países vecinos— ha representado a lo largo de los siglos la obra de “El Ramakien”, versióntailandesa de la épica hindú “El Ramayana” que narra el secuestro de la princesa Sita y el rescate que su enamorado Rama emprende, enfrentándose al demonio que se la llevó. A lo largo de la historia, Rama cuenta con aliados, enemigos y tentaciones que le ayudan, le atacan o le hacen dudar, respectivamente, de su amor por la princesa. Al final, los enamorados se reúnen y logran realizar sus anhelos. El bientriunfa sobre el mal.
¿Suena familiar? Es exactamente la trama de una telenovela, aquí, en Tailandia o en China. El bueno, el antagonista, la bonita y bondadosa y otros arquetipos de los sainetes. Ése es el filón que se explota en la TV thai, no solamente con cuestiones amorosas sino aprovechando creencias populares, incluso sobrenaturales, y cuestiones rurales que reflejan hasta cierto punto lo cotidiano de la población tailandesa, lo que no es muydiferente de la que habita en las naciones vecinas.
En Tailandia existen varios canales de TV abierta, pero los más populares son tres: Canal 3, 5 y 7. Ninguno es de propiedad privada y algunos pertenecen a las fuerzas armadas del reino, lo que implica ciertas reglas en las producciones y limitantes a la creatividad. Nada que no se pueda cumplir o que impida entretener al televidente. No sólo por esta particular situación sino por cuestiones comerciales, las telenovelas exitosas tienen versiones actualizadas cada cinco o diez años. Es usual que los tailandeses se refieran a una telenovela con el nombre del patrocinador (empresa, marca o producto) y no con el título de la obra, dado que es la que domina la publicidad en el horario en que se transmite.
Los actores y actrices son gente bonita, normalmentetambién cantantes, modelos o presentadores de TV, con sobrenombres en inglés, como Pink, Gift o Toy, que no es difícil reconocer en todos los programas televisivos o revistas populares. El idioma obviamente es el tailandés, lo que no es problema para que camboyanos o laosianos vean con gusto las telenovelas en sus países toda vez que la señal de la TV tailandesa es más potente que las locales y la lengua comprensible en esos países. La influencia de la TV y los artistas tailandeses en la región es evidente. Como los músicos coreanos en toda Asia.
Algunas producciones extranjeras también pueden verse en la TV thai, dobladas al tailandés o al inglés. Sorprende ver en Bangkok las telenovelas mexicanas transmitidas normalmente en horarios matutinos o vespertinos con un pésimo doblaje al inglés. Sin embargo, están presentes y pareceng ustar al público local.
Al final, se aprecia que estetipo de obras, con matices locales e impregnadas de elementos del país que las produce, son en esencia lo mismo: el bueno, normalmente guapo, que vence al malo y feo, quedándose con la usualmente sufrida, bonita y dulce protagonista. Sólo cambian los ojos de los artistas, más o menos rasgados y, a veces, ni eso. Podríamos tener un intercambio para hacer telenovelas con actores thais y allá con mexicanos.