¿Las aflicciones secuestran la mente o nosotros no las soltamos?
Hay noches en que cierras los ojos pensando en un problema y al amanecer esa cuestión es lo primero que llega a tu conciencia. A lo largo del día, esa aflicción se refleja en tus actividades y estado de ánimo.
Ya sea que se trate de un resultado médico, de un conflicto en una relación, de algún asunto con un hijo o de una preocupación de tipo económico, la vida se vuelve miserable y la tranquilidad amenaza con no volver.
Partamos del hecho de que nuestra mente es capaz de procesar 400 mil millones de bits de información por segundo y de que somos conscientes sólo de dos mil de ellos. Por eso la realidad es muy subjetiva. Sin embargo, dentro de nosotros existe un océano infinito de posibilidades para enfrentar la vida de manera diferente, si así lo decidimos.
Consideremos que si nuestra mente es la computadora más sofisticada que existe, no tenemos por qué bloquearnos y congelarnos sólo en una posibilidad, es como si nos conformáramos con ver un único canal de televisión cuando nos ofrece cientos de ellos. Siempre tenemos la opción de regodearnos y chapotear en las aguas de la negatividad, aunque es un hecho probado que la preocupación no ayuda en nada ni a nadie, al contrario, sólo desgasta.
Además, por si fuera poco, aquel canal de pensamiento que recorres una y otra vez con temor, ansiedad o culpa, hace que las dendritas o prolongaciones ramificadas de las neuronas se conecten entre sí, y el tránsito por esa ruta de pensamiento se ensanche cada vez más. Esto facilita y genera adicción a esos pensamientos negativos que deseamos eliminar.
Entonces, ¿qué hacer? La respuesta es: cambiar de canal. “Pero no es tan fácil”, pensarás. No, no lo es, sin embargo, es posible. ¿Cómo? Medita. Regálate 20 minutos por la mañana y 20 por la noche para ti. A través de la meditación visitas un campo unificado con el todo, en el que el pensamiento se aquieta y surge la creatividad, la calma y la claridad para ver las cosas desde otra perspectiva.
Si bien hay varios métodos de meditación y todos nos proporcionan grandes beneficios, de acuerdo con el doctor Rosenthal, investigador y profesor clínico de psiquiatría de la Universidad de Georgetown y autoridad mundial en la materia, la Meditación Trascendental (MT) brinda los siguientes beneficios:
Reduce la presión arterial y es superior a todas las otras técnicas de manejo del estrés.
Mejora la capacidad de respuesta del cerebro a un estímulo, por lo que empieza a funcionar de manera más coherente, efectiva y creativa.
Logras una mayor capacidad para organizarte y un mayor rendimiento en el trabajo.
Desarrollas mejor tu potencial interior y se muestra en todas las áreas de la vida.
Después de tres meses de practicar MT, los pacientes con hipertensión presentan una reducción significativa de tensión arterial sistólica y diastólica. De acuerdo con la revista Hypertension, de la Asociación Americana del Corazón, la MT reduce hasta 47 por ciento la incidencia de infarto al corazón, derrame cerebral y muerte por enfermedades coronarias. En un indicador encefalográfico se demuestra que las personas que meditan elevan su estado de alerta.Somos libres de decidir qué hacer ante lo que la vida nos presenta. Suelta las aflicciones, mira hacia adelante y confía en que la turbulencia no durará para siempre. La próxima vez que un problema secuestre tu mente, cambia de canal, medita y verás cómo todo cobrará una nueva perspectiva. —- www.gabyvargas.com
(*) Escritora