Lejos quedaron los días de “salir a tomar el fresco” con el creciente aumento de temperatura en Mérida. Aquellas casas de techos altos rodeadas de vegetación ya son pocas. Ahora, de gracias si la casa no mira al Poniente o si su fraccionamiento cuenta con suficientes áreas verdes para combatir el abrumante calor.
Preocupados por ese panorama, algunos arquitectos se han inclinado por una arquitectura más responsable, acorde a las necesidades de esta región y amigable con el medio ambiente, como la maestra Aída Traconis Alcocer, una apasionada del paisajismo que reúne en sus diseños arquitectura bioclimática, sustentable y ecológica.
Mientras que la arquitectura sostenible trata simplemente de hacer pequeñas acotaciones para tratar de impactar un poco menos en el ecosistema natural, la ecológica es mas compleja, porque se integra en el ecosistema natural e implica un compromiso honesto con el desarrollo humano y la estabilidad social, explica.
La arquitectura bioclimática propone distintos diseños para la regulación térmica, sin tecnología, aprovechando los cinco elementos naturales: agua, sol, lluvia, tierra y aire; se construyen edificios que procuran temperatura y humedad interna de confort, “pero para ello los arquitectos tienen que realizar un enorme esfuerzo para ofrecer un diseño bioclimático efectivo al cliente”, indica Aida Traconis.
El término sustentabilidad, explica la arquitecta, comienza en Río de Janeiro en 1992, en una reunión que tuvo la ONU, que se empieza a preocupar por la preservación de los recursos naturales para las futuras generaciones ante la creciente industrialización.
“La sustentabilidad se puede aplicar en diferentes ámbitos, en el caso de la arquitectura existe desde la época prehispánica, con el respeto y observación de la naturaleza y, posteriormente, en las haciendas captaban el agua pluvial” explica la arquitecta.
Pone como ejemplo de arquitectura sustentable el Acueducto del padre Tembleque o Acueducto de Tembleque en Higalgo, la obra de ingeniería hidráulica más importante construida durante el virreinato en el continente americano, que respeta la geografía del suelo para llevar agua a comunidades vulnerables, un sitio en rescate por la Unesco.
En Mérida, el término sustentabilidad, dice, está de moda, pero su esencia radica en un diseño bioclimático armónico con la naturaleza.
El arquitecto ya es inventor, innovador, paisajista y hasta geólogo, no sólo diseñador. Estos proyectos tan complejos deben hacerse en comunión con otras disciplinas, para que sea un producto cien por ciento sustentable, su tesis propone una casa autónoma que eduque sobre la cultura ambiental, sobre la importancia de los manglares.
La sustentabilidad es crear conciencia, hacer diseños con responsabilidad, utilizando por ejemplo materiales prefabricados que no generen desperdicios o contaminen el ambiente; biodigestores, captadores de aguas pluviales, huertos caseros o jardines en los techos.
En Islandia existen diseños bioclimáticos en casas de madera antiguas con techo de pasto, un jardín a manera de cubierta verde que bajaba la temperatura hasta un 50 por ciento.
En Yucatán también existen en las casas antiguas de techos altos, techos inclinados para captar el agua y acueductos, respetando la geografía, muros de sascab que permiten que la casa transpire, techos de huano y buena ventilación, así como muchos árboles. “¿Dime ahora dónde están los árboles? ponen palmeras”.
La arquitecta asegura que los diseños mejoran la calidad de vida y productividad, y deben ser bioclimáticos, más en un lugar como nuestro estado. Además, señala que con estas medidas se puede lograr lo siguiente:
Aprovechar los vientos dominantes y guardar las áreas íntimas de las de sol.
No abrir ventanas al Poniente (o cerrarlas), sino al Norte y Sur, y protegerlas con volados (techos) con pendientes específicas con la asesoría de un arquitecto.
Preguntar por materiales que funcionen como aislantes del calor, de preferencia que sean ecológicos.
Sacar el aire caliente con chimeneas.
Plantas nativas que refresquen el hogar.
Colocar un techo verde o azotea productiva con huertos y plantas nativas como suculentas o sábilas.
Pintar las casas de colores claros, que absorben menos radiación.
Utilizar microclimas, como espejos de agua o fuentes en puntos como patios abiertos o corredores para captar el calor y refrescar la casa.
Luego llegan las lluvias
Una vez listas las adecuaciones en tu casa para aprovechar al máximo las condiciones climáticas, Microsoft comparte algunas aplicaciones que se pueden utilizar ahora que comienza la temporada de lluvias.
Una de estas aplicaciones es AccuWeather, de Windows 8, que permite planificar tu día tomando en cuenta lo último en noticias e información meteorológica, ofreciendo la previsión meteorológica minuto a minuto localizada al máximo con su dirección postal exacta.
Esta aplicación también incluye condiciones meteorológicas actuales con los datos más recientes de porcentajes de humedad, visibilidad, índice UV, velocidad del viento, dirección y ráfagas de viento, así como un exclusivo sistema de previsión meteorológica.
Y si ya te quedaste atrapado en casa por la lluvia, y no se te va el internet, está la nueva aplicación Crackle. Esta te permite ver películas de manera gratuita y sin interrupciones.
La aplicación ofrece nuevas películas y episodios de series cada mes. Incluyendo géneros como acción, comedia, terror, thriller y ciencia ficción.— Patricia Garma Montes de Oca