Dicen que el origen de la depresión es la disfuncionalidad, o sea, que algo anda mal entre los factores biológicos, hereditarios y sociales; hasta ahí estoy de acuerdo, pero cuando se te mete en el cuerpo, sea del origen que sea, es como un virus que te destruye desde dentro.
Existen factores que pueden aumentar el riesgo de padecer depresión, como mala alimentación, obesidad, enfermedades periodontales, alteraciones de sueño e inactividad física.
El psiquiatra Enrique Rojas dice que “la depresión es la enfermedad de la tristeza, cabalgan en su interior un abanico de sentimientos que van desde la melancolía al desencanto, pasando por la falta de ganas de vivir”.
Hay diferentes tipos de depresiones y una de ellas es provocada por la tristeza y la falta de ilusión, si no tienes ilusión no eres feliz, te sientes incomprendido porque gente muy cercana a ti te dice que son cosas tuyas y que estás bien, y les da coraje que te sientas así, sin ganas de disfrutar las cosas, con mucho cansancio y sensación de malestar en general, lo que provoca bajo rendimiento laboral o social, y te empiezas a aislar de la gente.
Si la depresión no es aguda, es decir que existe un detonante que te hace sentir triste, entonces puede haber una solución y no es fácil.
Se necesita todo el coraje del mundo para reprogramar tu cerebro y lo podemos hacer sonriendo con frecuencia, así engañamos al cerebro, éste se cree todo lo que le decimos. Transformar el pensamiento diciéndote que te sientes bien para apoyarte y no para anularte. Recarga las pilas con optimismo. No hay nada que tenga tanta influencia en nosotros como nosotros mismos creando fortaleza mental. Por último, recuerda que no hay felicidad sin el otro, sólo es cuestión de cambiar de actitud.
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(*) Diplomada en protocolo y organización de eventos, y artista plástica. Correo: pvarases@msn.com.