En el umbral de la muerte per cibió como si fuera una caída libre al interior de un pozo profundo y oscuro, pero no había miedo sino tranquilidad y una sensación agradable. “Si así es la muerte, pues es muy bonita”, afirma María del Carmen García Paredes de López.
Y fue ese acercamiento con la “tilica, flaca, dientona, huesuda”, la que le hizo quererla, apreciarla y tenerla junto a ella sin miedo.
María del Carmen comenzó a adquirir figuras y artículos relacionados con la tradición de los días de muertos y hasta hoy monta cada año uno o varios altares en los que recuerda a los difuntos.
María del Carmen es originiaria del Estado de México, pero desde hace cinco años radica en Yucatán.Cuenta que muy joven, cuando apenas tenía 23 años, vivió de cerca la experiencia de la muerte, pues tenía un raro padecimiento que le impedía respirar y moverse; estaba como un vegetal y le vino un paro respiratorio.
Cuenta que estuvo clínicamente muerta durante cuatro minutos, y en ese tiempo se sintió caer en un pozo profundo, pero lejos de tener miedo sentía tranquilidad y felicidad, hasta que vio un tunel, y al final, una luz muy fuerte, y la imagen de una persona vestida de blanco con una túnica larga, y fue eso la que le hizo darse cuenta de que estaba muriendo.
Dice que peleó con Dios por su vida, pues le reclamó porqué le había mandado una hija, que en aquel entonces tenía apenas 40 días de nacida, si iba a morir pronto.Claro está, María del Carmen sobrevivió y estableció una relación especial con la muerte.Su casa, ubicada en la privada de Xcumpich, es por estas fechas un homenaje a la muerte y los difuntos, pues cada rincón tiene una figura que alude al tema.
Catrinas, calaveras, esqueletos y calabazas predominan entre 200 figuras con las que decora sala, comedor, cocina y hasta el baño, y en muy diversas técnicas, pues aunque predomina el barro tiene también cuadros de pinturas y bordados.
Pero es en el exterior, en el área de la cochera, donde monta el altar principal, que desde el año pasado se convirtió en dos, pues incluyó uno en homenaje a José Guadalupe Posadas, creador de la figura de la catrina.
El altar cobra este año un motivo especial, pues se conmemora el primer siglo del fallecimiento de Posadas.Cuenta que las figuras de catrinas y esqueletos que adornan este altar en homenaje a Posadas las hizo ella misma con ayuda de sus familiares, como su esposo Julián Antonio López Céspedes, y su hija Lorena Cristina López García. Son figuras de papel maché.Frente a éste, otro altar muestra la tradición de honrar a los muertos que se sigue en el centro del país.
Es un altar con detalles que usaban los aztecas y otomíes, señala María del Carmen.Explica que el altar se divide en tres niveles: en el primero, el superior, se coloca agua, sal y aceite; velas blancas y una roja que es la aceptación del alma sola por la que nadie ora y le invita a acercarse.En el nivel medio hay dos naranjas que tienen clavadas cuatro banderitas de papel, cada una en color naranja y morado, pues representan el luto indígena y el cristiano, respectivamente.Además significan los cuatro puntos cardinales.La comida es la que ocupa el último nivel, con alimentos como el mole, tamales, pan de hogaza, tortillas y chile, entre otros.Al pie del altar figuras de barro de calacas que tocan instrumentos completan la estampa, junto con una cruz que aparenta ser de flores de senpasuchitl, y es que según dice “es fiesta para los di funtos, ahí debe haber música”.
Con el montaje de estos altares quiere compartir con los yucatecos cómo se celebran los días de muertos en el centro del país.
Cuenta que en años anteriores alumnos de varias escuelas acudieron a visitarla.
Los vecinos ya saben del altar y acuden tanto a apreciar el montaje como a rezar el dos de noviembre.- Iris Ceballos Alvarado
Altares | Detalles
Se ubica en el número 372 de la calle 5 con 32 de la privada ex-hacienda Xcumpich.
Detalles
Numerosos detalles alberga el altar, integrado por unas 100 piezas, entre las que predominan figuras de barro, que trajo desde el Estado de México, principalmente de Metepec. Las otras son elaboradas por ella y sus parientes, en papel maché.