La inocuidad alimentaria es un asunto que compete a todos, pues no sólo quienes cultivan los alimentos o crían a los animales para consumo humano tienen esa responsabilidad, sino también quienes los procesan y preparan, entre ellos las amas de casa y los chefs.
Así lo hizo saber el maestro Ángel Torreblanca Roldán, coordinador de Diplomados en Gestión de la Inocuidad Alimentaria de la Uady, quien ayer ofreció una conferencia sobre el tema en la Universidad Modelo.
La charla se efectuó en el marco de la Tercera Jornada de la Escuela de Salud de la institución académica y abrió el programa de ayer. El ponente manifestó que el cuerpo humano es la máquina más compleja y maravillosa que existe y requiere “gasolina” para moverse, es decir, alimentos, que debe ingerir con la calidad y en cantidad necesarias y suficientes según la edad.
Sin embargo, los alimentos pueden convertirse en un enemigo mortal por irresponsabilidad de los propios seres humanos, advirtió.
Por ejemplo, los problemas nutricionales de una persona pueden agravarse por la falta o la alteración en el suministro de alimentos.
El maestro Torreblanca subrayó que es una necesidad básica de la población que los productos que consume sean inocuos y nutritivos. De ahí que para lograr la inocuidad alimentaria haya que evitar el deterioro, la adulteración y la contaminación de los productos.
Expertos del Comité Mixto de la FAO, organismo de Naciones Unidas, definen la inocuidad de los alimentos como las condiciones y medidas necesarias durante su producción, elaboración, almacenamiento, distribución y preparación para garantizar que sean inocuos, seguros, saludables y aptos para consumo humano.
Cada país ha establecido sistemas oficiales para controlar la calidad e inocuidad de sus alimentos, con miras a asegurar la máxima protección a los consumidores, y promover y facilitar el comercio tanto interno como externo.
Enfatizó que es importante el fomento de las prácticas de higiene a lo largo de la cadena alimentaria, y el cumplimiento de normas y capacitación del personal para contrarrestar el problema.
Aunque en ocasiones es desde el principio de la cadena que se genera una contaminación, por el uso de insecticidas y pesticidas en los cultivos; otras veces es en la elaboración.
Otras actividades
Como parte del programa, ayer también se efectuó la mesa “Tratamiento interdisciplinario de los trastornos de la conducta alimentaria” y el maestro en Ciencias Antonio Cervera Cetina ofreció la conferencia “Mitos sobre suplementación en el deporte”. De igual manera se llevaron al cabo talleres sobre higiene bucal, deporte acuático como actividad física, uso y manejo de prótesis, crossfit, calidad y seguridad en la atención a pacientes, y primeros auxilios.
Con estas actividades concluyó la Tercera Jornada de la Escuela de Salud.— Iris Ceballos Alvarado