Bien dicen que si el corazón te late, come chocolate. Este delicioso alimento que se obtiene de las semillas del árbol tropical “Theobroma cacao”, Theobroma significa “alimento de los dioses”.
Los aztecas valoraban el chocolate como algo divino que solo la realeza y los sacerdotes podían consumir. Preparaban y tomaban chocolate líquido porque le atribuían el poder de darles sabiduría y fertilidad.
En aquel momento, el chocolate era agrio y cuando Cristóbal Colón llevó a Europa las primeras semillas de cacao, a los europeos no les gustó; entonces le agregaron al chocolate leche, azúcar y mantequilla de cacao. La bebida se popularizó y surgió el sabor del chocolate que conocemos.
El cacao, que es originario de México, tiene un gran valor en el mercado del país que según datos de la consultora Euromonitor Internacional seguirá aumentando en los próximos años.
Se refirió que para el 2008 el valor del mercado del chocolate llegó a los 1.130 millones de dólares y en el 2013 la cifra ascendió a 1.438,7 millones de dólares que según las proyecciones de Euromonitor Internacional para el año 2018 el mercado de este producto en México alcanzará los 2.069,5 millones de dólares. En el país en el 2013 se consumieron 92,5 toneladas de chocolate y en el 2018 se espera que el consumo llegue a las 124 toneladas, un crecimiento esperado de 34 por ciento.
El “alimento de los dioses” es ideal para el Día del amor y la amistad, pues sus componentes crea las mismas emociones de cuando una está enamorado(a). Según expertos, comer chocolate, cambia positivamente el humor, levanta el ánimo y produce en el cerebro una sensación de placer.
Nos trae más beneficios al organismo pues es anti-inflamatorio, protege contra las enfermedades cardiacas y los derrames cerebrales; tiene efectos antioxidantes, reduce el colesterol y la presión arterial.
El chocolate parece ser una de las pocas sustancias legales que afectan positivamente a nuestro estado de ánimo pues al consumirlo, se produce endorfina en nuestro organismo que nos causa la sensación de bienestar.- Thiaré Pérez Pacab