Salma Hayek recordó no más que los dos primeros versos del coro del Himno Nacional en una visita en julio al programa de David Letterman, pero cantó sin problemas el de Estados Unidos.
La actriz unió así su nombre a los de Coque Muñiz, Pablo Montero, Vicente Fernández, Julio Preciado y Jenni Rivera en el anecdotario de olvidos y cambios de letra y modificaciones al tempo con que celebridades han interpretado públicamente el Himno Mexicano.
Y harían falta los de políticos y ciudadanos de a pie que al cantarlo en ceremonias oficiales parchan estrofas o sólo mueven los labios para no dejar en evidencia su desconocimiento de los versos. ¿Está la letra de nuestro Himno destinada a ser materia de olvido? ¿Hay algo en la naturaleza de este símbolo patrio que condena al traspié a quien lo interpreta?
La letra la escribió el poeta Francisco González Bocanegra con lenguaje literario del siglo XIX y la música, el director de bandas militares español Jaime Nunó Roca, quienes reflejaron en este canto sus influencias culturales y momento histórico, diferentes de los que viven los mexicanos de ahora. Pero el maestro Roberto Tello Martínez y la profesora Estela Beatriz Cardós Solís creen que la retención del Himno Nacional en la memoria es más una cuestión de enseñanza y hábito.
El maestro Tello, violonchelista, director de orquesta y titular de la Escuela Normal Superior de Yucatán “Profesor Antonio Betancourt Pérez”, es autor junto con el escritor Jorge Cortés Ancona de una conferencia sobre el Himno, en la que él desmenuza la parte musical. La profesora Cardós Solís dirige el coro de la escuela “Nicolás Bravo”, ganador estatal en el ciclo 2012-2013 del Concurso de Interpretación del Himno Nacional para primarias.
“Lo más importante para que el pueblo aprenda el Himno es que se cante habitualmente”, considera el maestro Tello. “¿Cuántos juegos de fútbol hay? Si en todos los juegos de Primera División se cantara, todos estuviéramos cantando el Himno. Cada domingo hay carreras, ¿por qué no cantan el Himno..? Por eso se olvida”.
También opina que maestros conocedores deben enseñar las particularidades de la obra, como su cromatismo (uso de medios tonos), “que se van quitando y el Himno va perdiendo la belleza que tiene”.
En la composición original hay otras figuras que reflejan los antecedentes culturales de su autor. “Nuestro Himno fue hecho por un español, no por un mexicano”, recuerda el maestro Tello. “¿Qué tenía en la cabeza este músico? La música occidental que conocemos, pero también la influencia mozárabe; vivió en Cuba y llegó a México. Nuestro Himno tiene influencias de todo esto”.
El Himno, explica, tiene la forma de marcha binaria (de dos tiempos) lenta. Está compuesto en Do Mayor, “la forma más elemental de las tonalidades; se ve que (Nunó) era un músico sencillo”.
En el tercer verso del coro (“y retiemble en sus centros la tierra”) la música va bajando en medios tonos hasta llegar a Sol. “Nuestro oído está acostumbrado al diatónico: Do-Do-Si, Si-Si-La, La-La-Sol-Do; pero el original es: Do-Do-Si, Si Bemol-La, La Bemol-Sol-Do. La gente cuando lo canta lo hace en la forma diatónica y no en la original, cromática. Difícil para un cantante que no tiene formación académica”.
De acuerdo con el director de la ENSY, Nunó también echó mano del melisma, como se ve en el cuarto verso de la primera estrofa (“por el dedo de Dios se escribió”). El melisma es la figura por la que una misma sílaba (en este caso la “de” de “dedo”) es cantada a diferentes alturas; pero “el hombre común no capta ese ‘deeedo’”.
En otras partes quedan plasmadas “nuestra forma musical binaria que es el ranchero y la síncopa de influencia africana”.
Nunó escribió las notas para el coro y la primera estrofa, “lo demás lo deja a la imaginación y ahí viene el pleito entre todos los maestros que ponen el Himno: acomodar las palabras (de las demás estrofas) a la música”.
“Hay una instrucción oficial que dice que al Himno no se le puede mover el tono, el Do Mayor. ¿Pero si yo voy a cantar con niños? Se van a lastimar… Es un error de ley, porque los que hicieron la ley no son músicos. Estoy totalmente convencido como músico profesional que, a pesar de que se escribió en Do Mayor, se debe cambiar al tono de quien lo va a cantar: un niño, una soprano, un tenor”.Roberto Tello recuerda que hay países donde el canto nacional se interpreta “casi en todos los eventos, sean deportivos, culturales; en cambio nosotros cuando salimos de la educación secundaria dejamos de cantarlo”. Por esa razón opina que “no basta la escuela, la primaria y la secundaria”, para fomentar su interpretación.- Valentina Boeta M.
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