Ser padres
Maestra en Psicología Rebeca Vences Solís
¡Hola, Rebeca! Tengo un hijo de 12 años, está por entrar a la adolescencia y me preocupa que no sepa decir que no. Siento que en ocasiones sus amigos abusan de él o le dicen que haga cosas que le incomodan, ¿qué puedo hacer? César.
¡Hola, César! La palabra “no” incluye dos cosas: la posibilidad de establecer un límite ante una situación que no se considere conveniente y la decisión que ello implica, por lo que quien la utiliza debe tener la capacidad de mantenerse firme en esa decisión.
Un límite sólo puede ser establecido por una persona que ha vivido siguiendo las normas, alguien a quien se le ha señalado hasta dónde puede llegar en las diferentes áreas de la vida: familiar, personal, social, escolar y laboral, entre otras. Quien nunca ha sido limitado en sus deseos no podrá establecer un límite para sí mismo ni para quienes le rodean porque nunca aprendió a ceñirse a las reglas. Si es el caso de tu hijo es momento de empezar a ponerle límites.
También puede ser que sea demasiado tímido como para decir lo que piensa, siente y quiere, por lo que otras personas pueden aprovechar esta situación y forzarlo a hacer cosas con las que no se siente bien, como hacerle la tarea de otra persona, pasarle las respuestas del examen, darle dinero o incluso llegar a consumir alguna sustancia.
Se debe realizar un trabajo fuerte con tu hijo de tal forma que poco a poco empiece a tomar decisiones, desde las más pequeñas hasta las trascendentales. Puedes empezar por pedirle su opinión sobre cada cosa, sea importante o no, y platicar con él sobre las razones que lo llevaron a esa decisión. Debe ser una tarea muy amorosa pero firme, en la cual escuches su razonamiento y le digas si estás de acuerdo o no, pero siempre dando explicaciones para que se forme un criterio. Al participar activamente en las decisiones del hogar tu hijo se sentirá tomado en cuenta y escuchado y podrá externar su opinión en todo momento, sobre todo cuando se dé cuenta que tú retomas sus argumentos para llevar al cabo lo que él te sugirió.
De igual forma, puedes empezar a pedirle que haga cosas que sabes que no le gustan pero no le afectarán, como bailar o cantar en casa; la idea es que logre decir que eso no le gusta y no lo hará, pero siempre solicitándole que argumente la razón que lo lleva a tomar la decisión de no hacerlo, sin molestarse. Con esto, poco a poco sabrá que, así como externa su sentir en casa, lo puede hacer en otros ámbitos de su vida.
Si tienes alguna duda sobre ser papá o mamá escríbeme a contacto@rebecavences. com. Si requieres apoyo para tratar algún problema personal o familiar pide una cita al teléfono 317-59-17.