Septiembre de 2013. A unos cuantos días de que llegue la más mexicana de las noches, la fiesta “por la patria” ya es un hecho en la mayoría de los hogares. Una semana antes, hombres y mujeres, chicos y grandes ya saben dónde van a dar el Grito.
Para muchos ya es costumbre llegar al centro y perderse entre la multitud, admirar los fuegos artificiales, estar un rato en el baile y terminar la fiesta en un antro o en la casa de un amigo o familiar y disfrutar pozole, carne asada y “caballitos” de tequila.
Lo que muchos desconocen es que las fiestas patrias se celebran prácticamente desde que se firmó el acta de Independencia.
De hecho, según Pedro Miranda Ojeda en su artículo “Las fiestas nacionales en Yucatán durante el siglo XIX” publicado en www.dimensionantropologica.inah.gob.mx/?p=412, la primera fiesta nacional que se celebró en Mérida fue la de la proclamación de Independencia el domingo 3 de febrero de 1822 cuando se organizaron fiestas y actividades populares y los vecinos adornaron las fachadas de sus residencias.
Crecimiento gradual
La celebración se fue enriqueciendo año tras año y ya para 1851, cuando la fiesta se hacía el 27 de septiembre (en ese entonces los liberales proponían el 16 y los conservadores el 27), en la plaza solía reunirse una multitud junto al Palacio de Gobierno donde se leía el Acta de Independencia.
Durante la fiesta no faltaba el repique de campanas, la misa de acción de gracias, y la actuación de la banda del cuerpo militar en la alameda.
Fue Maximiliano, durante su imperio (1863-1867), quien determinó que el 16 de septiembre era la fecha idónea para celebrar la Independencia de México, sin embargo, en esta época las fiestas nacionales eran para vanagloriar la figura de los príncipes, además de que tenían fines propagandistas.
Obra inaugurada
En Mérida, por ejemplo, se aprovecharon dichas fechas para inaugurar el primer telégrafo electromagnético.
Durante la república restaurada (1868-1875) las fiestas tuvieron un carácter más nacionalista. Además de los actos cívicos se estrenó el himno nacional del Estado (hoy conocido como Himno yucateco) con letra de Manuel Palomeque Solís y música de José Jacinto Cuevas.
Durante esta época las fiestas comenzaban con días de anticipación y había retretas, juegos artificiales y repique de campanas.
Ceremonia
El día 16 se izaba la bandera, se hacían honores, se entonaba el Himno Nacional y se premiaba a los alumnos destacados de las escuelas.
Fue en 1873, según Miranda Ojeda en su artículo, cuando al parecer se realizó el primer desfile militar alrededor de la plaza.Dos años después los festejos no tuvieron la misma magnitud a causa de una epidemia de viruela que motivó que los recursos destinados a la celebración se usaran para combatir el mal.
En la era del Porfiriato las fiestas patrias se fortalecieron y adquirieron un carácter de espectáculo. Se nombró a septiembre como mes de la patria y la ceremonia del grito se trasladó al día 15 de septiembre para que coincidiera con el cumpleaños de Porfirio Díaz.
El 16 de septiembre, además de los actos cívicos, se reventaban salvas y se hacían desfiles con los alumnos de las escuelas y se hacían simulacros de combates, convirtiendo las ceremonias en espectáculos teatrales.
En las escuelas, por ejemplo, se actuaba el Grito de Dolores. Además se hacían desfiles con carros alegóricos, se reventaban voladores y se soltaban globos aerostáticos con formas de animales.
Época porfiriana
Fue durante el Porfiriato que se celebró el centenario de la Independencia para lo cual se planeó una celebración a partir del día 14, fecha en el que Enrique Muñoz Aristegui, entonces gobernador, puso la primera piedra del Monumento a la Independencia, obra que nunca se materializó.
El día 16 se reventaron salvas y se organizó una fiesta popular con música y baile y fiestas privadas y públicas. Como parte de los 100 años de la Independencia, se inauguró el Parque del Centenario.
En septiembre de 1915, primer año de gobierno de Salvador Alvarado, el Ayuntamiento dispuso para las fiestas patrias diversos eventos en los diferentes rumbos de la ciudad, según el artículo “La celebración de la Independencia en la Mérida de Salvador Alvarado (1915): la construcción de la memoria colectiva”, de Édgar Santiago Pacheco, publicado en http://www.antropologia. uady.mx/historia_memoria/pdf/28. “Se acordó una serie de eventos del 14 al 16 en el centro de la ciudad y otros en los días 15 y 16 para los suburbios acordes a las características de los habitantes de cada rumbo”.El día 14 se inauguró la Casa del Obrero Mundial; el día 15 la ciudad se adornó con banderolas y palmas y a las cinco de la mañana se programó una salva de cañonazos y el repique de las campanas, lanzamiento de cohetes y ulular de locomotoras. Por la noche de 8 a 11 se realizó una serenata en la plaza en el que se tocaron, entre otros temas, “Aida” de Verdi; “Guillermo Tell” de Rossini; “Honor y Gloria” de Jarero, y el Himno Nacional. El Grito, estuvo a cargo del alcalde Antonio Rosel desde los altos del Palacio Municipal.- Jorge Iván Canul Ek
Ceremonia | Pasado
La celebración del 16 de septiembre ha variado con el paso de los años.
Breves desfiles
Según un cartel de 1915, citado por Santiago Pacheco y que al parecer se encuentra en el Archivo General del Estado, la programación del día 16 era: “A las 9 y media gran paseo cívico con la concurrencia de los sindicatos y demás sociedades obreras y desfile militar amenizado por las dos bandas, saliendo del Palacio Municipal y terminando en el Palacio de Gobierno en dónde el C. Gobernador dará libertas a multitud de prisioneros”.
Medio siglo después
Casi 50 años después, en 1962, las fiestas patrias continuaban convocando a miles de personas. En la ceremonia del Grito que encabezó el gobernador Agustín Franco Aguilar la concurrencia celebró y disfrutó el reventar de fuegos artificiales y la quemazón de tres cipreses en la puerta de la Catedral. Esa noche se dejaron en libertad a 34 detenidos por delitos leves.
El tradicional paseo
En el desfile, que como es costumbre se realizó de Paseo de Montejo al Centro de la ciudad, participaron 32 contingentes integrados por motociclistas, militares y miembros de la Fuerza Aérea, alumnos de las escuelas, charros, bomberos, etc.
En los años siguientes, las fiestas patrias han mantenido sus características, con ceremonia del Grito encabezada por el gobernador y fiesta popular al finalizar, que en los últimos años se han caracterizado por traer artistas de la farándula nacional como Banda el Recodo (2008), Pedro Fernández (2009), Juan Gabriel (2010), Pablo Montero (2011), K-Paz de la Sierra y Banda Limón (2012), para amanecer con el desfile cívico militar.Quizá lo más notorio hasta entonces fue la suspensión del Grito en 1988, debido a la declaración de emergencia del gobernador Víctor Manzanilla Schaffer con motivo del paso del huracán Gilberto. Otro caso fue durante la conmemoración del Bicentenario cuando la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco trasladó la ceremonia del Grito al Monumento a la Patria donde posteriormente actuó el cantante Juan Gabriel.Este año las fiestas pintan igual que años anteriores: Grito en la plaza y actuación de Lucero después para amanecer el 16 en casa de un familiar donde se brindará una y otra vez por México.
The post Un festejo forjado con el tiempo appeared first on El Diario de Yucatán.